Como sucedió en el 2007, voraces casas de inversión apuestan a recibir altísimos rendimientos, sin mirar los riesgos, apostando a que podrán deshacerse de su posición antes de que la emisora colapse. Los especuladores que operan en el sector energía saben que, en términos de la ley, el gobierno federal no debe ni puede respaldar la deuda emitida por Pemex, por lo que los espaldarazos que se han hecho desde Palacio Nacional carecen de validez y no serán exigibles cuando la petrolera chatarra caiga en picada.
Su deuda con proveedores, en ilegal mora, ya arroja un saldo no técnicamente financiable Ello ocurrió porque la Corte decidió legislar en la materia, obstaculizando el oportuno reconocimiento del carácter de deuda pública previsto en ley. Gracias a que Pérez Dayán fue propuesto tres veces para ocupar el cargo de ministro por Calderón, dados los innegables y estrechísimos nexos que le unen al suegro de éste, no fue difícil que al inicio de esta administración dicho funcionario judicial pactara el mantener la pesada losa del impago bajo el tapete, sin embargo, lejos de ayudar al país, lo expuso a un mayor e inexorable quebranto.
Se fue Trump, quien seguía aferrado al petróleo, al fracking y al uso de cualquier combustible fósil. El Presidente en México, sabiéndolo o no, sigue el mismo ejemplo. Sin embargo, no pesarán las baladronadas. Biden no se aplacará con muestras de sumisión ni discursos evasivos. A él no se le complace con la Guardia Nacional dando garrotazos a los migrantes.
El Acuerdo de París, así como el respeto al básico principio legal de no retroactividad, enfrentarán a las dos administraciones, poniéndose en manos del poder judicial estadunidense la suerte de las arrogantes e ineficientes empresas energéticas mexicanas. Es aún tiempo de abandonar la idea de poner, por encima del interés nacional, la suerte de corporaciones burocráticas que, tras haber sido brutalmente saqueadas, hoy, en manos inexpertas, llegaron al punto de quiebre.
El rescate petrolero fue un error, y seguir dilapidando recursos públicos es irresponsable. Qué decir de la CFE, que incumple el mandato constitucional, priorizando la generación en detrimento de la transmisión y distribución.
En la agenda trinacional son muchos los frentes que se han abierto sin solución a la vista. A ellos, debemos sumar la vasta siembra de vientos que en dos años hizo la 4T con fines electorales.
El Ejecutivo ha logrado debilitar y mermar al empresariado mexicano. Ha arrodillado al aparato productivo ante su personal visión, a golpe de reformas autoritarias. La fulminante reclusión es el único as al que se juega, siguiendo ausentes la razón y el derecho. Ha debilitado a la nación, ha cobrado viejas y nuevas facturas, pero ha minado el suelo que pisa.
Así llegaremos a enfrentar la aplicación de un tratado mal negociado, construido con un talante colonial. Para cuando el macuspano avizore el jaque mate como algo inminente, será demasiado tarde.
Sí, tratará de expropiar, pero de un plumazo Pemex y CFE pueden ver cerrada la llave del financiamiento, han hecho todo lo necesario para ser vetadas. Una vez caídas, vendrá el aplastante revés que, financieramente, obligará a poner en manos extranjeras lo que no se supo, respetando la ley, explotar y administrar con mexicanos.
En la guerra comercial que estamos por enfrentar, nuestro Presidente se ha quedado sin importantes bastiones y arietes. Se peleará con saliva y el apoyo y alabanza de los incondicionales, que nada invierten y a nadie emplean.
POR GABRIEL REYES ORONA
