Divide y vencerás es una máxima que aplica cualquier sistema político patriarcal o donde sea que se confronten las ideas; mujeres juntas, ni difuntas, es un dicho machista cimentado en esa tradición misógina que no soporta las alianzas entre mujeres. Las burlas de que son objeto las emprendedoras en redes sociales, las Nenis, son abiertas ofensas a todas las mujeres que se proponen salir avante de esta crisis sanitaria, que conlleva otras crisis más como la económica y la social.
Antes, los memes ya se han burlado de las madres que deben trabajar y cuidar, solas a sus hijos, las tildan de “mamá luchona, padre y madre a la vez”, también han hecho mofa de las que expresan sus sentimientos de enojo en una relación, las etiquetan como “tóxicas”, en fin, cada vez que sobresale una con un tema en específico, de manera orgánica y natural, (aquí sí, no como en política organizada) los hombres se avalancha en descalificativos para ellas.
Pero ya va siendo hora de que rompan el pacto, porque el bullying en las redes sociales también es violencia, todas estas expresiones comunican y forma a generaciones, y esto debe ya cambiar.
En el mundo, la pandemia por Covid 19 ha afectado más a las mujeres, ya que los empleos de servicio, donde predomina la mano femenina, fueron los primeros que se cerraron: escuelas, hoteles, restaurantes y tiendas departamentales; además la exigencia del “quédate en casa” atiende a los niños y enfermos de la familia, obligo a muchas a suspender sus labores económicas, ya sea propias o como empleadas.
Al inicio de la contingencia los organismos globales ya advertían sobre las afectaciones económicas y sociales que se cernirían mayormente sobre las mujeres.
Apenas, este mes de febrero la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) confirmó el retroceso de más de una década, en la participación laboral de las mujeres con la pérdida de sus empleos, 23 millones de mujeres se suman a la pobreza, estimando que América Latina y el Caribe tiene a 118 millones de mujeres en pobreza, iniciando este 2021.
En México, tan sólo el año pasado, según estimaciones del INEGI, 1.3 millones de mujeres mexicanas perdieron su fuente laboral, lo que llevó a muchas a reinventarse, y en este caso, encontraron un nicho de oportunidades a través de las redes sociales. Están
en el empleo informal, pero están siendo productivas en nuestra economía, muchas de ellas son jefas de familia y otra sostienen sus estudios.
Y así como se desplazan desde el anonimato las imágenes virales que se burlan de las emprendedoras, se hace en cualquier otro contexto, porque en México, el pacto que sostienen ellos, es hacer parecer broma, lo que es una realidad, la misógina y el machismo en toda su expresión, por todas partes. Pero, ya Chole.
POR GUADALUPE ESCOBEDO CONDE