Tiene razón Diego Fernández de Cevallos respecto de que AMLO le dio más publicidad que Salinas de Gortari, tras la emisión en “la mañanera” del viernes anterior, del debate sostenido en el dos mil entre ambos, donde participara Joaquín López Dóriga como moderador, lo cual es un decir ya que el conductor los dejó que se dieran hasta con la cubeta interviniendo solo hasta el final obligando casi, a que los contendientes se dieran un saludo de mano que de ninguna manera aminoró las diferencias político- ideológicas que mantienen desde la era salinista y pue-que desde antes.
Tiene razón digo, porque “el jefe” permanecia más o menos en bajo perfil, dedicado sus negocios y resolviendo problemas hacendarios derivados de la situación cambiante, (fue obligado a pagar fuerte adeudo predial al actual gobierno), hasta que recién decidió crear su propio sitio en redes sociales, lo cual tampoco es protagonismo simple, sino producto de la urgencia conservadora de contar con individuos cuya fama contribuya de alguna manera, a la contención del avance democrático y justiciero de la república.
Sea que a los reaccionarios urgen defensores, que en este caso Diego no es precisamente el más indicado por los sospechosos capítulos escritos durante el neoliberalismo, relativos a su colaboración abierta y franca con el PRI en el combate a la izquierda y el arrebato de legítimos triunfos electorales, sobre todo de los candidatos presidenciales personificados en Cuauhtémoc Cárdenas y Andrés Manuel López Obrador.
De manera que Diego recibió publicidad extra en una sola emisión el viernes pasado, que en opinión del columnista, no le favoreció todo lo que festina toda vez que su reaparición remueve la indignación de las mayorías cuya frustración cargaron desde que “se cayó el sistema” en el 88, la quema de boletas apoyada por el PAN para borrar cualquier evidencia de triunfo oposicionista, hasta el fraude del 2006 que impuso en la Presidencia a Felipe Calderón Hinojosa cuyas consecuencias, entre otras, forman parte de la violencia que vivimos.
Claro que el enojo popular contra los conservadores incluye todo lo que tiene que ver con la corrupción, el saqueo, destrucción de la industria nacional y desde luego la entrega al capital internacional de los recursos naturales. (Este domingo nos enteramos que empresas canadienses son dueñas del sesenta por ciento de los metales preciosos obtenidos en México casi sin pagar impuestos, y solo es un ejemplo de la criminal enajenación otorgada por los últimos regímenes neoliberales cuyas concesiones en general, son mayores a la mitad del territorio).
“El jefe Diego” entonces, es repudiado por su vocación reaccionaria bien disfrazada por una retórica que le procuró excelentes resultados personales al grado de convertirse en aliado de siniestros personajes como Carlos Salinas de Gortari, quien no dudó en compartir operativos tendientes a perseguir, reprimir y aun encarcelar a sus opositores, en los que no escapó AMLO quien sostuvo fiera batalla legal para evitar ser desaforado de la jefatura del gobierno del ex DF, por una falta administrativa sobredimensionada por Vicente Fox.
Diego Fernández de Cevallos, como símbolo del conservadorismo, forma parte de quienes han escrito los capítulos más obscuros de la historia de México. Fue partícipe indiscutible de las desgracias nacionales y la pobreza del país, al lado de Miguel de la Madrid, Carlos Salinas, Ernesto Zedillo, Vicente Fox, Felipe Calderón y desde luego, Enrique Peña Nieto. En este sentido y considerando los tiempos actuales, difícilmente servirá de mucho a los de su clase que desesperados buscan rescatar los privilegios del pasado.
“El jefe”, ya no puede presumir la hipócrita demagogia que en tiempos idos acarreó votos al PAN y justificó los engaños del PRI, por la sencilla razón de que las mayorías aprobaron el curso intensivo que sobre democracia impartió AMLO durante las incansables jornadas contra la injusticia social…la realidad es otra por más que los neo porfiristas pretendan sacar lustre a un pasado que para México fue el peor, no así para los que se enriquecieron a la sombra del poder. Peor, insisto, porque significó en 36 años, el saqueo más dañino, incluso, que la misma invasión de los gachupines que duró 300 años. Y vaya que entonces la riqueza mexica permitió que España siguiera siendo poderosa y temida en Europa…hasta que se les aparecieron los ingleses allá, y acá los Héroes de la Independencia encabezados por Hidalgo y Allende.
Depredadores por convicción son los reaccionarios y ni modo que sea invento.
ROSARIO DE NUEVO
La ex titular de Sedesol y Sedatu, Rosario Robles Berlanga, ahora litiga en medios de comunicación. Este domingo apareció un artículo en El Universal bajo su firma que titula: “Violentada”, en el cual defiende su causa y asegura ser víctima de venganzas y machismo a partir de las acusaciones de la Auditoría Superior de la Federación que la involucra en la tristemente célebre estafa maestra.
Rosario dice permanecer en prisión por ser mujer, mientras delincuentes confesos disfrutan privilegios por pertenecer al sexo opuesto. En síntesis, señala que su situación es un caso de misoginia acreditado a la 4T. En este sentido la funcionaria peñista bien aprovecha
estas fechas de reivindicación femenil y reconocimiento de género que celebra el mundo, lo cual es respetable y aceptable desde cualquier punto de vista de sus derechos humanos.
Hasta aquí vamos bien, pero lo que olvida la dama es que se integró a un régimen priista caracterizado por su alto grado de corrupción de la que ella fue partícipe, según las evidencias conocidas hasta ahora de manera pública, y sufre encierro por las mismas razones, al margen de que cuando fue poderosa instrumentó operativos que tuvieron como objetivo desprestigiar el movimiento de izquierda encabezado por AMLO, lo que constituyó indudable acto de traición.
Es harto conocido que fraguó junto con adversarios de AMLO como Fox y Salinas de Gortari, la aparición de los famosos videos donde Carlos Ahumada entregaba dinero a René Bejarano Martínez, cercanísimo colaborador de López Obrador en la jefatura del DF. También es conocido “el apapache” brindado por Salinas cuando insinuó que México ya merecía una mujer al frente del país, al tiempo que invitaba a Rosario a sentarse en el sillón presidencial, cosa que la dama gustosa aceptó.
La señora Robles olvida que entonces fue presa de la ambición. Desde luego ello no obsta para que conste que como funcionaria cayó en las redes de la presunta corrupción de la que es acusada.
Por otra parte, su defensa asegura que la dama “ahora sí” está dispuesta a hablar y señalar a los verdaderos responsables de la “estafa maestra” a efecto de lograr algún beneficio de la ley. Habrá que verlo.
SUCEDE QUE
La política de vacunación es federal pero el operativo de funcionamiento es local. Esperamos que las circunstancias conocidas no dañen la salud ciudadana… no sería justo.
Y hasta la próxima
POR MAX ÁVILA