Al menos cinco maestros de universidades como la UNAM, la UNISON, la BUAP entre otras, han sido corridos de la catedra luego de expresar misóginos comentarios acerca del Paro Nacional de Mujeres, de muy distintas y apartadas regiones, estos coincidieron en que las que se ausentaron de sus labores, son “viejas huevonas” “deberían estar haciendo tortillas”, “mejor no les pasen la tarea” y “si se mueren (o las matan) es por algo, andaban mal”.
Los académicos, algunos con grado de doctor, fueron evidenciados en las redes sociales de las alumnas que toman clases virtuales, ante esto las instituciones a las que pertenecían tuvieron que tomar cartas en el asunto y cesarlos. ¿Se imaginan tener que tomar clases con ellos? Si, a distancia son abusadores, en clase presencial seguramente lo serán más.
Otra revelación del mes, son las confesiones de mujeres jóvenes que han creado hilos de conversación en twitter contando las historias de abuso sexual sufrida en la infancia, en su propia casa, con familia y amigos cercanos. Armándose de valor y contagiándose del empoderamiento que proyectan las feministas en las calles y acompañadas de colectivas que las animan a desenmascarar a su agresor, han decido no callar más y evidenciar secretos de familia, muchas han estado silenciadas por años por sus parientes o por no incomodar al núcleo familiar. ¿Comprenden el terror que las acompaña en su crecimiento?
Ni en las calles, ni en la escuela, ni en el trabajo o en la casa, la mujer está segura. Los agresores casi siempre son hombres cercanos a la víctima.
En la cancha política, se repite la misma historia. Josefina Vázquez Mota, ex candidata panitas a la presidencia, reveló que si no alcanzó el triunfo fue precisamente por sus compañeros de junto, acuso a los ex presidentes Fox y Calderón de violencia de género y además de que le retiraron el apoyo, lo hicieron de forma hiriente con expresiones misóginas que seguramente no tendrán con sus compañeros varones. ¿Aún alguien cree que hay piso parejo para todas en la política a la mexicana?
La ola feminista ha ayudado a muchas para sacar los nombres de hombres públicos que de una y otra forma afectan la vida de las mujeres que se cruzan por su camino, desde un Salgado, Roemer, Andrés, Felipe, Vicente a un legislador, funcionario, alcalde, investigador, cantante, escritor, futbolista o empresario. El machismo, que es la causa de muchos de nuestros problemas, está metido en la medula de nuestra sociedad, es como un virus que no respeta ideología, religión, posición social o intelectual.
¿Te cansas de oírlo? Nosotras de padecerlo, este es una de los tantos textos que envían las mujeres en sus redes y
rayan en las paredes, es como un grito desesperado porque quieren ser escuchadas y entendidas: “nunca más tendrán la comodidad de nuestro silencio”, “el violador eres tú”, “cuidado, el machismo mata”, “presidente Rompa el pacto”, “rompan el pacto, todos”.
Las consignas no tienen dedicatoria especial para un solo hombre, es un llamado urgente para que todos reflexionen y cambien sus conductas, estamos hartas de la desatención institucional, pero también cansadas de convivir con machos y tener que estar siempre a la defensiva y en alerta para no salir dañadas.
En el “México Feminicida” habitamos todos y el buen juez, por su casa empieza. Hagamos entonces el ejercicio individual de preguntar, para conocer y entender como están las mujeres en nuestras casas. Yo les creo.
“No nos acusen de violentas, esto es autodefensa, estamos en resistencia, ya no somos indefensas” leo en un cartel con tinta morada, en manos de una niña.
POR. GUADALUPE ESCOBEDO CONDE




