TAMAULIPAS.- La inminente aprobación por parte del Congreso de la Unión, del “uso lúdico” de la mariguana, nada tiene que ver con la transformación de la república. Es lo que supone el columnista, considerando que existen otros temas de mayor importancia que por diversas razones han encontrado oídos sordos en la actual “representación popular”.
Un ejemplo de escaso o nulo debate, es el enjuiciamiento de los ex presidentes quienes a pesar de su inocultable corrupción e inmoralidad política y administrativa, gozan de cabal salud y protección institucional, es decir, impunidad solapada desde las entrañas del poder por motivos que todavía no alcanzamos a comprender.
Ni diputados ni senadores debaten al respecto digo, prefieren fomentar la creación de un país de mariguanos, como si se tratase de un objetivo fundamental de la 4T. Esto, señoras, señores, no es ningún avance sino actitud perversa de graves consecuencias familiares y sociales.
Que los adictos se queden con sus costumbres, pero, ¿por qué involucrar a la república en pleno?. Usted dirá que no es para tanto y a lo mejor está en lo correcto, pero de que la curiosidad será más poderosa que el raciocinio, eso que ni que, especialmente entre los jóvenes que no tendrán impedimento alguno para consumir un “churro” en cualquier lugar que se les antoje. (Habrá de ser harto penoso, indignante y enojoso a la vez, soportar que el hogar, dulce hogar, huela todo el santo día a la dichosa yerba).
En este sentido, al escribidor no le gustaría ver que los hijos(as) o nietos (as), prefieran darse unos “toques” en lugar de comer. (Dicen que hasta el hambre se pierde). Y deje que aun faltaría saber si la perniciosa práctica conlleva, además de la falta de respeto, la dosis de violencia perjudicial al resto de la comunidad.
El asunto es que sin necesidad, el Congreso de la Unión, legaliza una droga que en tiempos pasados era fuertemente condenada, tanto que quienes la consumían, o los relegaban o se auto aislaban. Vivimos otra época, ciertamente, pero eso no implica la pérdida de valores y menos ahora que el régimen federal intenta el rescate de la dignidad personal y social.
Y por más justificaciones que busquen los autores del “mariguanazo”, lo cierto es que están provocando la creación de generaciones enfermas y por lo tanto, incapacitadas para asumir la responsabilidad que implica la transformación de una nación como la nuestra.
El futuro (y aun el presente), no puede quedar en manos de viciosos cuya prioridad será la satisfacción sensorial y después lo demás. ¿Acaso olvidan que Victoriano Huerta, embrutecido por la yerba y el alcohol no solo encabezó el golpe contra la democracia, sino ordenó asesinar a don Francisco I. Madero y a Pino Suárez?.
Hay un presidente más reciente, panista pa’ mejor referencia, quien, al parecer bajo humos etílicos, se colocó la gorra de jefe máximo desencadenando una fracasada y brutal guerra cuyas secuelas siguen dañando a la república.
Aunque también existe otro, también panista, ahora convertido en exitoso empresario de cannabis en Latinoamérica, hijo de extranjeros y ex empleado de la coca-cola. Ambos fácilmente identificables por el enorme daño causado a México desde la primera magistratura.
Por otra parte, si los diputados y senadores tienen inclinaciones “mariguanescas”, que las disfruten de forma privada, nadie se los va a impedir. Que hagan de su vida un papalote, total al cuerpo lo que pida u apetezca, pero por favor, dejen en paz a una sociedad ocupada y preocupada por resolver la problemática heredada por los gobiernos neoliberales, y por lo mismo, no dispuesta a inquietarse en nocivas experiencias que pueden conducir a su destrucción. Y no vengan con el cuento de que se trata de “modernismo” practicado en lugares con mayor desarrollo.
Será ahí donde al menos tienen resueltos sus problemas económicos, pero en México por ningún concepto es recomendable el consumo masivo de la maligna yerba. Quedamos en que el “uso lúdico” de la mariguana nada tiene que ver con la 4T y menos con AMLO, más bien con las inclinaciones de diputados y senadores quienes al aprobar la iniciativa en cuestión, solo proyectan su viciosa tendencia.
Ojo que en todo esto algo tendrán que ver, tanto Ignacio Mier como Ricardo Monreal Ávila, coordinadores respectivamente, de la mayoría morenista en las cámaras de diputados y senadores. Ambos ex priistas, pa’ acabarla de shingar.
NO A LA VIOLENCIA
El que escribe rechaza la violencia, como seguramente la mayoría mexica, y acepta que quienes la provocan sean castigados con el rigor que marca la ley. Por ello no está de acuerdo con el presidente AMLO, respecto de que los y las causantes de los desmanes o desmadres registrados El Día Internacional de la Mujer en la CDMX, sean exonerados.
Es decir, no sancionados(as) ni perseguidos(as), como debiera ser en cualquier estado de derecho. Entiendo que Andrés Manuel no desea que los adversarios lo califiquen de represor ni de atentar contra el derecho de expresión.
Sin embargo también hay que entender que los conservadores aprovecharán la tolerancia llevada al máximo, para insistir en el uso de la fuerza bajo el objetivo de “de doblar” al régimen.
Ahora resulta que la delincuencia participativa en dicho evento, como en otros muchos donde se les da la oportunidad de abusar, resulta heroica, según las escenas captadas por los medios de comunicación reaccionarios donde aparecen personas verdaderamente destructivas y otras con perfil criminal, como cuando prenden fuego a mujeres policías que guarnecían parte del Palacio Nacional, ataque condenado por el propio AMLO en una de sus “mañaneras”, que al parecer no fue suficiente para llamar a cuentas a los culpables.
Y como estas, hubo muchas más que pusieron en riesgo la vida de las y los guardianes del orden, así como las de quienes de buena fe participaban en la celebración referida. Los y las responsables de la violencia citadina del Día Internacional de la Mujer, ahora más relajados (as), se dispondrán a actuar con el salvajismo de siempre.
Nada los (las) detiene, así que con toda libertad han de atentar contra la vida de los demás… así no AMLO. SUCEDE QUE Asegura Arturo Zaldivar, Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que los jueces actúan con autonomía. Tal vez, pero no lo parece cuando se daña a la nación, como el amparo concedido contra la recién aprobada reforma energética. Y hasta la próxima.
POLVO DEL CAMINO / MAX ÁVILA
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— Expreso (@ExpresoPress) January 5, 2021
