“Me identifican por la manera de hablar… cuando viví en Oaxaca unos amigos me convencieron de hacerme pasar por mudo”
Wylber Bojandas
Migrante
CD. VICTORIA, TAMAULIPAS.- “¡No me tomes fotos mi pana! ¡Dame esa gracia!” dijo Wylber mostrando una amplia sonrisa que contrastaba con su muy oscura piel.
El Caminante lo encontró bajo el sol abrasador del mediodía marchando a un costado de la carretera casi frente a la facultad de veterinaria.
– ¿Va usted para la ciudad de la Victoria? – preguntó el hombre
– Si manito, ¿va para allá? – respondió el Caminante desde el auto
– Voy para Matamoros… ¿Queda muy retirado de ahi? – dijo ingenuamente el hombre con un muy tenue acento centroamericano
– ¡Uy si mano! …queda a tres horas mas en auto hacia el norte
– Pues si podría usted hacerme ese favor de ayudarme a llegar a la Victoria, se lo agradecería millares mi pana.
El Caminante decidió echarle la mano al migrante que lucía cansado y semi deshidratado
– Mira amigo, te regalo este cubrebocas, esta nuevo,
– ¡Gracias! el último que portaba se me quedó en un puesto de comida en Ciudad Valles, yo me llamo Wylber Bojandas
– ¿De donde vienes Wylber?
– Uy mi pana, desde Honduras, aunque realmente viví mas tiempo en Panamá
– Que bien ¿y de que parte de Honduras eres?
– Yo nací en San Pedro Sula, viví ahí hasta los diez años, pero luego mis papitos me llevaron a vivir en Panamá, ahí estudié hasta los 24 años pero tengo ya cinco viajando
– ¿Viajando?
– Si hombre es que aquí donde me ves yo estudié ingeniería mecánica con especialidad en procesos hidráulicos, al principio planeaba regresar a Honduras, hasta estaba a punto de conseguir un buen empleo allá, pero las cosas se pusieron muy peligrosas con el presidente Orlando, ¡Es un delincuente! la planta donde iba a trabajar yo, la cerraron a la fuerza y me quedé sin ingresos.
– ¿Y que hiciste?
– Al principio me contrataron para dar clases en una escuela pero mira, el mejor nivel de los colegios de Honduras, no es ni cercano al de las escuelas públicas en México, y te lo digo con verdad, mira que ya tengo mas de tres años viviendo en este país.
– ¿Y como llegaste a México?
– Pues como me quede sin dinero ni documentos, porque ha de saber que entraron a robar a mi casa y se llevaron papeles, identificaciones, pasaporte, certificado de universidad ¡todo! y es que en ese departamento de Cortés, hay mucho delincuente, mucho ‘mareo’ ahí a uno lo asaltan todos los días, nadie esta seguro ahí, total que decidí largarme, usted sabe, irme a los Estados Unidos. Al principio fue fácil, porque pasé por Salvador y Guatemala, pero llegando a México las cosas se pusieron duras, la policía, los ministeriales, los de migración de aquí son muy crueles, pero también me ha ayudado mucha gente bendita de Dios padre que me ha dado de comer o me ha ayudado a seguir así como ahora usted mi hermano.
– ¿Te identifican facilmente?
– Si, por la manera de hablar, con decirte que cuando viví en Oaxaca unos amigos me convencieron de hacerme pasar por mudo para que no me acusaran con la policía. – cuenta el hondureño
– ¿Y en que partes de México has estado?
– Uf pues mire primero pasé unos meses en el departamento de Chiapas, muy bonito lugar, aunque hay mucha santería y esas cosas y yo como soy cristiano pues no me agrada mucho eso, luego un trailero me llevó a México Capital, y tuve problemas con la policía, me pegaron mucho una vez, luego fui a Querétaro, una belleza de ciudad, ahi tuve que quedarme un tiempo, encontré trabajo en un taller, arreglando las máquinas herramientas usted sabe: torno, rectificadoras, fresadoras, prensas, cosas de las que yo estudié en la universidad. Luego pude ir a Mexicali y un pollero nos prometio pasarnos al otro lado, y si nos ayudó pero en Indio nos agarra la policía y nos deportaron ¡por avión! y de nuevo hasta la capital de México. Luego junté dinero y nos fuimos varios amigos a Ciudad Juárez y nos pasaron al otro lado, pero un poco adelante en Las Cruces nos volvieron a agarrar y de nuevo nos mandaron a México, ¡Siempre nos atrapan!
– ¿Y es la primera vez que vienes por Tamaulipas?
– No es la segunda, la primera fue hace un par de años mi pana, ya habíamos avazado mucho pero en Ciudad Mante nos agarraron en un puesto de militares. Esa vez nos regresaron hasta Guatemala.
– Y ahora vas a Matamoros
– Es que supimos que estan dejando pasar a los que piden refugio y yo ya conseguí duplicado de mi titulo de la universidad, y quiero ver si con eso me dan asilo.
El Caminante se detiene en un punto del bulevar Fidel Velázquez y Wylber le agradece el favor, pero le pide con mucha educación que no le tome fotos. El Caminante accede.
Wylber intentará por enésima vez cruzar hacia el gabacho, esta vez por las vías humanitarias. Ojalá lo consiga.
POR: JORGE ZAMORA
EXPRESO – LA RAZÓN