TAMAULIPAS.- A partir de hoy y durante los próximos 45 días, para donde sea que miremos nos toparemos con una candidata o candidato, a las alcaldías de Tamaulipas.
En la calle, en las más intransitadas y llenas de baches, en el super en los martes y miércoles de frutas y verduras para toparse con más clientes, en la reapertura de gimnasios y de los antros, en los módulos de vacunación, de día o de noche saludando a los impacientes en las largas filas y desde luego nos saturarán en las redes y medios, estarán 24/7 vendiéndose como la mejor opción, para llevarnos al progreso, ahora sí.
Pero, ¿Cómo lograrán convencernos? ¿A quién creerle? ¿A cuál irle? Cada campaña electoral es atípica, inédita e histórica, pero la propaganda siempre es la misma, aunque a veces se empeñan en empeorarla y lo logran.
Los que iniciaron desde antes su promoción para cargos de elección federal, nos han dado muestra de que lo único que quieren es divertirse y ganarse algo de dinero, porque hemos visto cada prospecto que en vez de darnos pena, nos da risa.
Se han propuesto viralizarse como personajes de comedia, cantando, bailando y diciendo cada ocurrencia, para evadir las propuestas serias, para no darnos a conocer su verdadero yo, que andan huecos de conciencia política y social, no saben ni cuáles son las exigencias más apremiantes de la población, no las conocen y por eso optan por el entretenimiento barato, soez y vano.
Muchos de las candidatas y candidatos que se promocionan en esta contienda solo andan jugando, saben que su partido los selecciono solo para cubrir la cuota de participación, pero no juegan a ganar, son los partidos chiquititos que deben gastarse sus prerrogativas, para que al final del proceso, le vuelvan a dar más dinero, para en las siguientes contiendas andar de nuevo con personajes improvisados y seguir en el ruedo por las ganancias mínimas, pero aunque sean pocas, ese es dinero nuestro que se va a las viejas y nuevas marcas registradas como institutos políticos.
Los de los partidos consolidados, los que siempre están en el poder, traerán un poco más de enjundia si están apostando por ganar o permanecer en el puesto, pero tampoco se lucen con sus propuestas, andan exhibiéndose como todo terreno, como conocedores de nuestro entorno y se compadecen de los más pobres, de las más vulnerables, ponen cara de compungidos y comprensivos ante lo mal que están nuestras ciudades.
Esta cuarentena de campañas se nos hará más larga que la misma pandemia, pero aunque nos agarran más cansados por el encierro y más vulnerables al desánimo, no desistamos en pedirles propuestas reales, compromisos que no sean utópicos y evaluemos bien sus intenciones.
El periodo propagandístico no es para ellos, es para qué nosotros como ciudadanos nos demos la oportunidad de conocerlos y calificarlos o descalificarlos según nos convenga, no caigamos en la trampa de la diversión porque ya nos han llevado mucho al baile, si ellos no quieren actuar con la seriedad que los tiempos apremian, nosotros si tomemos con absoluta responsabilidad social lo que vamos a elegir.
Y más allá de tomarles las despensas de ocasión o reírnos hasta que nos duela la panza de su comedia voluntaria, no les sigamos el juego, en verdad, está en juego nuestro futuro, no el de ellos
EN BOCA DE TODOS / GUADALUPE ESCOBEDO CONDE
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— Expreso (@ExpresoPress) January 5, 2021
