19 diciembre, 2025

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El horror de los campos de exterminio

El hallazgo de casi una tonelada de restos óseos en matamoros confirma la instalación sistemática de campamentos donde la delincuencia se ocupó de desaparecer a miles de personas

TAMAULIPAS.- El reconocimiento oficial del hallazgo de un campo de exterminio en el ejido La Bartolina, del municipio de Matamoros, reafirma la instalación sistemática de este tipo de campamentos en los que el crimen organizado ejecutó y desapareció a cientos de personas.

Desde el 2013, familiares y activistas han reportado la existencia de estos entierros masivos, donde han encontrado miles de kilogramos de restos óseos, los cuales desafortunadamente, no han servido para identificar a las víctimas.

Actualmente, se estima que hay cerca de 900 cuerpos en los Semefos del estado y fosas comunes, y apenas nueve se han entregado a sus familiares tras lograr la identificación.

En el caso de los restos hallados en los campos de exterminio, no se tiene registro de que alguno haya podido ser identificado.

El problema es que las “cocinas” que echaron a andar los criminales en diferentes regiones del estado les permitieron reducir los cuerpos a fragmentos tan pequeños, que su identificación resulta muy compleja.

Tan sólo este mismo año, además del campo ubicado en Matamoros, la Comisión Nacional de Búsqueda confirmó un hallazgo importante realizado en el municipio de Abasolo, Tamaulipas, que ha sido uno de los más visitados del país por personal de la Comisión y colectivos ciudadanos de búsqueda.

Ahí, entre el 16 y el 19 de marzo se encontraron 21 kilogramos de restos óseos, según informó la Secretaría de Gobernación, pero se estima que bajo la tierra hay mucho por encontrar.

El otro gran campo de exterminio localizado en los últimos años se encuentra en el rancho El Papalote en Gómez Farías, donde los colectivos afirman haber en contrado por lo menos 100 kilogramos de restos óseos.

La zona ubicada en la Sierra de Cucharas, mide aproximadamente media hectárea, y se sabe que fue usada durante años por los delincuentes como un centro masivo de exterminio. Su historia es similar a la de La Bartolina, en Matamoros, donde pasaron años para que su existencia fuera reconocida y se realizaran los trabajos pertinentes.

Desde el 2013 la zona ubicua en “El Papalote” fue reportada por la Secretaría de la Defensa Nacional, que encontró en el lugar decenas de cuerpos calcinados, semienterrados, y miles de fragmentos óseos, además de todo el equipamiento con el que contaban los criminales. Pero pasaron varios años para que el lugar fuera inspeccionado seriamente. Hasta el 2017, los colectivos de búsqueda consiguieron que la autoridad federal iniciara las primeras acciones.

En el 2019, el subsecretario de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación, Alejandro Encinas, visitó la zona donde supervisó las labores que realiza la Comisión y escuchó a los colectivos, quienes le plantearon la necesidad de extender el rastreo a muchas otras regiones de la entidad. Los activistas advierten que lo que se conoce hasta ahora es una mínima parte de lo que yace sobre la tierra.

Según sus estimaciones, en el estado se instalaron en algún momento hasta 47 campos de exterminio donde desaparecieron a miles de personas. El problema, insisten, es que conforme más pasa el tiempo más difícil se volverá la identificación de los cuerpos.

El caso de La Bartolina es ejemplar. “No estamos hablando de media tonelada de restos óseos, ¡estamos hablando de toneladas!” aseguró una integrante del colectivo de familias de desaparecidos “Madres Unidas de San Fernando, Matamoros y Reynosa”, quien afirma que este panteón clandestino tiene una extensión de 600 hectáreas. Hasta el momento, apenas han podido peinar un área de 20 metros cuadrados, según la Comisión de Búsqueda.

De acuerdo a este organismo, en el conteo histórico de fosas clandestinas que corresponde a hallazgos entre el 2006 y el 2020, Tamaulipas fue el estado con más casos: 440, seguido de Veracruz por 432.

En ese contexto, el municipio de Abasolo, Tamaulipas está entre los diez municipios del país donde más jornadas de búsqueda se han llevado a cabo, con 31 entre el 2019 y junio del 2021. Actualmente, Tamaulipas cuenta con un sistema forense que incluye dos panteones especializados: uno en Miguel Alemán y otro recién inaugurado en El Mante, ambos con el objetivo de resguardar cientos de cuerpos en espera de poder ser identificados y entregados a sus familiares.

En Mante se cuenta con un inmueble que cuenta con 500 gavetas individuales. Se trata de contar con espacios suficientes para resguardar y conservar los restos mortales y óseos para la identificación humana.

La construcción de este tipo de instalaciones ha sido alentada por la Comisión Nacional de Búsqueda. El Centro de Resguardo de Cadáveres de El Mante se suma al de Miguel Alemán, mientras que en San Fernando ya se construye uno más.

POR STAFF
EXPRESO-LA RAZÓN

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