TAMAULIPAS.- En el afán de mantenerse en el poder, los gobernantes del PRI realizaron varios intentos de innovación en el pasado, todos cosméticos, el más reciente bautizado con el nombre de “nuevo PRI” al que recurrió Presidente Peña Nieto ayudó al tricolor a regresar a la Presidencia de la República en el 2012.
Desafortunadamente, el gusto solo les duro seis años, cuando los ciudadanos comprobaron que el cambio prometido por EPN resultó una engañifa, volvieron a sacar a los priistas de los Pinos en el 2018.
La estrepitosa derrota que sufrió el ex partido oficial hace tres años ha obligado a un grupo de militantes a organizarse y a emprender acciones destinadas a frenar el proceso de extinción del otrora partido hegemónico que podría ser la última intentona para rescatar de la muerte a la agrupación.
Se trata de la creación de una corriente partidista denominada “Corriente Nacional de opinión y expresión política”, que aglutinaría a priistas notables, ex legisladores y ex dirigentes, encabezada por el ex vocero presidencial, Fernando Lerdo de Tejada, que se propone, según han anunciado, refundar al partido a través de una asamblea nacional con carácter refundacional que se pondría en manos de una comisión nacional independiente para llevarla a cabo.
De concretarse, el órgano en cuestión definiría la agenda política y legislativa del autoproclamado heredero histórico de los ideales de la Revolución Mexicana, tanto en el Congreso de la Unión como en los congresos locales en los que aún cuenta con representantes, que les permita, afirman, establecer un freno y contrapeso al ejercicio autoritario de Morena y sus aliados, similar al que ellos impusieron al país a lo largo de setenta años.
¿Lo lograrán? No se sabe, sin embargo, los graves vicios de que adolece el partido político, el férreo control cupular, el dedazo en la designación de los dirigentes y candidatos a puestos de elección popular, entre otros, aunado a las circunstancias de adversidad en la que ahora se debate la ex aplanadora electoral, dejan entrever que resultaría complicado y remoto el eventual éxito de la nueva intentona que se propone salvar al partido del deceso.
Los expertos coinciden, no obstante, en que, por ese y otros motivos, sin olvidar el del nombre que por sí solo causa rechazo y es sinónimo de autoritarismo corrupción, los días del Revolucionario Institucional estarían contados, piensan que es cuestión de tiempo para que el organismo desaparezca o se convierta en un partido regional, como ha ocurrido ya al PRD, que, a 32 años de su creación, se encuentra en terapia intensiva.
Otro partido político que, si no rectifica y corrige algunas de sus posiciones en lugar de avanzar podría retroceder o estancarse, es el PAN de Tamaulipas.
Los resultados de las pasadas elecciones del 6 de julio en las que perdió la mayoría legislativa y los municipios de mayor jerarquía del Estado, pero sobre todo recurrir al dedazo en la designación de los cargos directivos del partido y en la elección de los candidatos a puestos de elección popular, además de recurrir a candidatos externos provenientes de otros partidos políticos, son una voz de alerta que advierte que la organización albiazul podría seguir perdiendo adeptos y simpatizantes.
De entrada obligarán al partido de Gómez Morín a entablar una alianza electoral con el PRI y lo que queda del Partido de la Revolución Democrática, que perdió el registro en la entidad, para tratar de impedir que el sucesor de Francisco García Cabeza de Vaca vaya a ser un militante de la Cuarta Transformación.
En temas locales, mientras tanto, el aspirante a candidato de Morena a Gobernador, Felipe Garza Narváez, propuso dos asuntos que no han tenido respuesta de sus contrincantes morenistas, separarse de los cargos que ocupan para disputar la postulación del proceso selectivo en condiciones de igualdad y debatir públicamente los ideas y planes político.
El silencio guardado indica que no les cuadran las propuestas del ex priista. PAN, ESCUPE PARA ARRIBA El caso del espionaje de los gobiernos anteriores al de la 4T del país a periodistas y defensores de los derechos humanos le va a pegar fuerte al PRI y Acción Nacional, en el caso de este último debido a que critica que AMLO gaste 500 millones de pesos en una consulta que asegura que no sirve para nada, pero no dice nada de los casi seis mil millones de pesos que los gobiernos de Calderón y Peña Nieto pagaron a la empresa Pegasus para que espiaran las tareas de los comunicadores y abogados del pueblo
ENROQUE / JOSÉ LUIS HERNÁNDEZ CHÁVEZ
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— Expreso (@ExpresoPress) January 5, 2021
