Hace poco más de un mes, el Congreso del Estado aprobó un paquete de reformas que limitarán los alcances de la próxima legislatura.
Además del agregado al artículo 84 de la Constitución de Tamaulipas, que les impediría volver a tratar el tema del desafuero del gobernador, consiguieron que por primera vez, los Ayuntamientos participen en las votaciones de las reformas constitucionales.
Ahora, después de que los legisladores aprueben tal o cual dictamen que implique modificaciones a la Constitución, éste después ser avalado por la mayoría de los municipios de la entidad, es decir 22 Cabildos tendrán que dar su visto bueno.
Estas reformas obviamente generaron la inconformidad de Morena, que entre otras cosas, promovió desde el Senado una controversia constitucional que ayer admitió para su discusión la Suprema Corte de Justicia de la Nación, aunque rechazó suspender la reforma de manera provisional.
A este tema todavía le queda mucha cuerda y los dos bandos darán la batalla legal.
Pero la reforma aprobada por la mayoría panista el 23 de junio pasado, no será suficiente para amarrar las manos
a los futuros diputados de Morena, que de cualquier forma contarán con una mayoría simple que les otorgará el control administrativo del Congreso y -quizás lo más importante- el manejo de la Auditoría Superior del Estado.
Por eso no es sorpresa que la posición de Auditor empiece ya a disputarse entre las diferentes tribus morenistas.
Queda claro que la fiscalización de las cuentas públicas será una de las herramientas más poderosas que tendrán a su disposición, lo mismo que la aprobación de los presupuestos.
Con ese poder en sus manos, y el antecedente de la reforma que involucra a los Ayuntamientos en las reformas constitucionales, la mesa está puesta para que en Tamaulipas se estrene un nuevo modus operandi de presión política.
Si nada raro sucede, Morena tendrá el apoyo de 10 ayuntamientos, le faltarían la aprobación de 12 más para que sus reformas constitucionales puedan ser promulgadas.
¿Serán los cuatro priístas o alguno de los 28 panistas, los primeros en recibir presiones de la Cuarta Transformación?
MARKO EN TAMAULIPAS
La visita de Marko Cortés al estado y su reunión con el gobernador se presta para múltiples interpretaciones.
Lo único que puede darse por cierto es que la presencia del dirigente panista en la entidad vuelve a elevar la temperatura política al interior del PAN, después de un corto periodo de tensa calma.
En todo caso, la clara intención detrás de la publicación de la fotografía fue mandar el mensaje de que no hay una ruptura en ciernes entre el poder estatal y la dirigencia nacional, como indican algunas apuestas.
Ahora que si de especular se trata, hay dos asuntos que no se pueden pasar por alto para elucubrar hipótesis.
1) En los espacios de análisis político se da por un hecho que el candidato de la dirigencia nacional sería Jesús Nader, el alcalde de Tampico. ¿Fue tema de la reunión la sucesión en Tamaulipas? Sería ingenuo pensar que no.
2) En octubre Marko Cortés se someterá al proceso de renovación de la presidencia del CEN. Al dirigente le urge el apoyo de los gobernadores si aspira a quedarse un periodo más.
POR MIGUEL DOMÍNGUEZ FLORES