La consulta popular no solamente es la esencia de la democracia sino también uno de los medios más eficaces para dirimir cualquier tema de trascendencia nacional, esto debido a que se trata de un instrumento legal consagrado en la constitución para conocer de manera precisa el sentir, la opinión y la voluntad de los ciudadanos expresados libremente en las urnas sobre este tipo de asuntos.
Es cierto que, como arguyen los adversarios de la 4T, para aplicar la ley y perseguir a los delincuentes no se necesita consultar a los votantes, sin embargo, no es lo mismo que el gobierno emprenda una acción judicial para llevar ante la justicia a un servidor público que se presume ha cometido un delito a que varios millones de ciudadanos salgan a la calle a exigir a través del sufragio que lo castiguen, esta práctica le da mayor fuerza a la demanda de enjuiciamiento.
Y lo que es aún más importante, otorga poder a los ciudadanos para enfrentar los abusos de los gobernantes e impedir que masacres, como las de estudiantes Ayotzinapa y de campesinos de Acteal, Chiapas, y Aguas Blancas, Guerrero, en las que fueron asesinados 105 personas, así como el saqueo de las riquezas del país cometidas en los sexenios de los ex presidentes imputados queden impunes.
Es la primera vez en la historia que harán uso de este derecho que les otorga la Carta Magna para exigir justicia en forma masiva contra las fechorías del viejo régimen y todas las cometidas al amparo del poder del gobierno. Los jerarcas del PAN se oponen a ella y no desaprovechan ocasión para desalentar la participación de los electores para que la consulta fracase.
El motivo, además de que son oposición, que dos de los ex mandatarios que han sido sentados en el banquillo de los inculpados son miembros distinguidos de la agrupación política, Vicente Fox Quesada y Felipe Calderón Hinojosa, y temen que si la afluencia de electores le diera al ejercicio carácter de vinculante va a causar un serio daño político a la imagen de Acción Nacional.
Por eso es importante que, a pesar de que los adversarios de AMLO pretenden minimizar la jornada, acudan a votar y a demostrar a los malos gobernantes que no será la última vez que recurrirán a la consulta para hacer pagar a los presidentes, gobernadores y alcaldes abusivos los crímenes y atrocidades cometidos en el pasado y los que eventualmente cometan en el futuro.
A propósito de actos reprobados de ex presidentes, se ha comprobado que los gobiernos de Calderón y Peña Nieto utilizaron recursos del erario público que estaban destinados a la compra de medicinas, mantenimiento de equipo contra incendio y a la adquisición de uniformes y calzado de la policía para pagar los servicios de espionaje de la empresa israelí Pegasus.
En asuntos de otra índole, mientras tanto, el fin de semana hablamos con varios encuestadores que levantaban opiniones sobre el desempeño del gobierno de Tamaulipas, las gestiones del alcalde de Tampico, Chucho Nader, y la evaluación de los aspirantes del PAN, el PRI y Morena a la gubernatura para preguntarles cuál era el motivo por el que en los sondeos realizados el mes pasado sobre el caso, en el Movimiento Regeneración Nacional solamente incluían a Américo Villarreal Anaya y a Rodolfo González Valderrama, pero no figuraba el nombre de Felipe Garza Narváez, no obstante que es uno de los más conocidos.
Unos respondieron con evasivas y otros que lo ignoraban, sin embargo, hubo los que dejaron entrever que ya habían formulado la observación de los entrevistados a los directivos de las empresas encuestadoras pero estas no modificaron el listado de los interesados en disputar en la candidatura de gobernador. En el ámbito internacional, por otra parte, el Presidente Joe Biden pide a su homólogo de Cuba, Mario Díaz-Canel, que escuche las demandas populares de democracia, pero hace lo mismo. Ha desoído las voces de estadounidenses que viajaron de Miami, Florida, a la Casa Blanca, igual que a los desplegados de intelectuales, artistas y científicos publicados en el New York Time, para exigirle que ponga fin al inhumano y cruel bloqueo económico y comercial impuesto al régimen político de la Isla hace ya más de 60 años.
En contraste con el ex presidente Barack Obama que restableció relaciones diplomáticas como primer caso para distender el trato entre los Estados Unidos y el gobierno cubano, como el republicano Donald Trump, el demócrata Biden ha endurecido las sanciones, no le importan las reacciones de desaprobación de las poblaciones de los países latinoamericanos.
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