La propuesta de que a finales de agosto regresen a clases presenciales los alumnos de educación básica ha dividido opiniones entre padres de familia y especialistas, que consideran inviable esa posibilidad.
Aunque la Secretaría de Educación Pública ha dicho que se van a aplicar estrictos protocolos de prevención para evitar que los estudiantes de educación básica sean afectados por la tercera ola de contagios que hay en el país, precisamente esta condición es la que genera preocupación entre la sociedad civil.
En los últimos 2 días cerca de 40 mil casos nuevos han sido confirmados a nivel nacional, lo que nos puede dar una idea de la magnitud del problema sanitario en el país.
El Presidente López Obrador ha dicho en varias ocasiones -no se sabe si de manera realmente seria o como una forma de provocar reacciones adversas entre la población-, que “llueva, truene o relampaguee”, los alumnos de educación básica van a regresar a clases presenciales a finales de agosto, sin que aparentemente le importe el hecho de que el número de contagiados de Covid sigue creciendo en el país y que el grupo poblacional más afectado sea precisamente el de los menores de edad.
Soy de quienes creen que no estamos listos para que los niños, adolescentes y jóvenes regresen a clases presenciales a finales de agosto, porque se estarán exponiendo a un alto riesgo de contagio, pues aunque las autoridades educativas federales aseguren que habrá protocolos de prevención, en los hechos sabemos que el peligro es latente.
Se ha querido matizar esa decisión unilateral de la SEP de proponer el retorno a clases diciendo que se tendrá que firmar y entregar una carta compromiso de que los estudiantes se van a responsabilizar de atender las recomendaciones sanitarias desde casa y en los planteles.
Sin embargo, la experiencia nos dice que así como las autoridades sanitarias representadas por Coepris han sido muy laxas en la vigilancia de los protocolos de prevención en establecimientos comerciales y de servicios, la propia Secretaría de Educación Pública federal puede hacer lo mismo y dejar al garete la revisión exhaustiva de procedimientos que busquen prevenir un mayor número de contagios entre los estudiantes.
Hay muchos padres de familia que comparten la preocupación de que el Gobierno Federal quiera hacer casi obligatorio el regreso a clases presenciales a finales de agosto, porque las evidencias apuntan a que la Secretaría de Salud no ha sido capaz de implementar acciones efectivas para frenar el avance del virus y por ende, difícilmente habrá quienes accedan de buena gana y voluntariamente a permitir que sus hijos regresen otra vez a los salones de clases, para exponer su salud.
En México son casi 250 mil las personas fallecidas a causa de complicaciones en su salud por el Covid, que cuadruplica la cifra estimada como catastrófica por el Gobierno Federal hace año y medio que inició la pandemia.
PEÑA, EL PLACEO
Una extensa entrevista del diputado Gerardo Peña Flores para Expreso-La Razón deja clara su posición de no ser factor de división entre las filas panistas, en cuanto al proceso interno para elegir al candidato del PAN a gobernador. Peña es un elemento considerado del primer círculo del grupo en el poder estatal y por lo que deja ver en su entrevista, tiene muy clara la idea de participar en la contienda interna pero contribuyendo a aportar esfuerzos a la conservación de la unidad interna del PAN.
Gerardo Peña va a iniciar pronto un recorrido por varios municipios del estado para hacer una especie de rendición de cuentas de su labor legislativa, lo cual debe interpretarse como el placeo tan necesario para que lo reconozcan los ciudadanos, en este afán por estar bien calificado para competir por la candidatura.
POR TOMÁS BRIONES
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