5 diciembre, 2025

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Alianza inconveniente

ENROQUE / JOSÉ LUIS HERNÁNDEZ CHÁVEZ

TAMAULIPAS.- En tanto que en los círculos políticos estatales se da como un hecho la alianza electoral del PRI con el PAN de cara a la sucesión política estatal de 2022, las bases militantes, igual que algunos de los aspirantes a la candidatura tricolor a gobernador, rechazan la eventual coalición. Coinciden en que, salvo las migajas que los jerarcas de Acción Nacional dejarán caer de la mesa, el Revolucionario Institucional no ganaría nada.

Con los 132 mil votos obtenidos el pasado 6 de junio les alcanzaría, dicen, para conservar el registro, argumentan asimismo que postular a un candidato propio les daría la oportunidad de acercarse más a los votantes y convencerlos de que con su respaldo el partido recuperaría los espacios políticos perdidos.

En cambio, con la alianza, tendrían que cederle a los panistas que gobiernan la entidad federativa y tienen más simpatizantes, el derecho a imponer al candidato a la gubernatura que, la verdad, no les parece.

Solo serviríamos, afirman, para ayudarle al albiazul a conservar el gobierno, pero eso no aportaría nada más a la causa del priismo ni a la lucha que este lleva a cabo para recuperar la confianza de los electores y demostrarles que las derrotas de 2016 en Tamaulipas y de la elección presidencial de 2018 han obligado a la cúpulas a consultar la voluntad de la militancia en la toma de decisiones.

La alianza lo impediría, además de que exhibiría al partido como convenenciero que ya no le interesa servir a la gente, solamente conservar algunos privilegios y posiciones de segunda o de tercera categoría.

Ramiro Ramos Salinas, aspirante a candidato priista a la gubernatura, por ejemplo, piensa que en las actuales circunstancias el PRI dispone de prospectos competitivos y que aliarse solo para jugarle las contras a Morena y AMLO no se justifica, se requiere de propuestas que respondan a los reclamos de los ciudadanos. Por esos motivos y razones, “yo preferiría ir solo”, manifiesta el ex dirigente estatal y ex Presidente del Congreso del Estado.

La idea de incluir en la coalición al PRD solo sería simbólica pues, como es del dominio público, el partido amarillo ha perdido el registro en el Estado y su aportación en término de sufragios a la causa aliancista sería irrelevante.

En temas de otra índole, el alcalde de Tampico, Chucho Nader, fue premiado otra vez como el jefe edilicio mejor evaluado de entre un centenar de presidentes de la República.

De acuerdo con una encuesta de la empresa Massive Caller, el presidente tampiqueño obtuvo un 56.8 de aprobación, seguido de la alcaldesa de Reynosa, Maki Ortiz Domínguez, que consiguió 54.3 puntos.

Otro rubro en el que Chucho volvió a destacar fue en el índice de confianza, en el que ocupó la segunda posición, debajo de su homólogo y también reelecto del municipio de San Pedro Garza García, del Estado de Nuevo León, Miguel Treviño De Hoyos, que se adjudicó el sitio de honor.

El diputado federal electo Erasmo González Robledo, por otra parte, rendirá su tercer informe legislativo, esto durante un acto que tendrá lugar, todo indica que a distancia, el viernes 20 de agosto a partir de las 13 horas en ciudad Madero, en el que el legislador de la urbe petrolera dará cuenta de las actividades realizadas en el último año de la primera gestión de diputado y Presidente de la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública del Congreso de la Unión.

Si mal no recordamos, en el segundo informe, que se realizó antes de la pandemia en el salón de actos del Instituto Tecnológico Regional de vecino municipio, el diputado contó con la presencia del ahora dirigente nacional del partido del Presidente López Obrador, Mario Delgado Carrillo, y varios diputados federales que acudieron a la ceremonia a arroparlo.

En el ámbito internacional, mientras tanto, las dramáticas imágenes de la huida del ejército norteamericano de Afganistán y de las miles de personas que, junto con los militares, trataban igualmente de salir de aquel país, luce muy similar a la de la retirada de Vietnam en 1975.

El gobierno estadounidense abandonó otra vez a su suerte a todos los afganos que, como los vietnamitas que hace 46 años le ayudaron a los EE. UU. en la guerra contra su propia nación, han quedado a merced de los talibanes, que seguramente ajusticiarán a muchos de ellos bajo el cargo de traidores.

ENROQUE / JOSÉ LUIS HERNÁNDEZ CHÁVEZ

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