La próxima semana entrará formalmente en funciones la alianza legislativa “Va por México”, que en el caso de Tamaulipas estará integrada por los diputados federales Rosa María González Azcárraga, Vicente Verástegui, Oscar Almaraz, Gerardo Peña, Mariela Sosa del PAN, y Montserrat Arcos del PRI.
Seis legisladores en total que aspiran
a ser un contrapeso de los otros seis tamaulipecos que integran la Alianza Juntos haremos historia, y que llegan bajo las siglas de Morena, el PT y el Partido Verde Ecologista de México.
La constitución de ambos bloques sirve para confirmar todavía más lo que ya parece inevitable: que el PAN, el PRI y el PRD formarán una alianza para la elección del próximo año en Tamaulipas, a pesar de la resistencia que pueda oponer la dirigencia local del tricolor, y buena parte de su militancia.
Al panismo, desde luego, corresponderá liderar la coalición, empezando por la selección del candidato.
Y del PRD no se espera otra cosa más que hacer bulto.
En la banqueta de enfrente está fuera de toda duda la alianza entre Morena y el PT; acaso perdure por un tiempo más la incertidumbre sobre el futuro del Partido Verde, pero a juzgar por los constantes mensajes que manda su dirigente Manuel Muñoz Cano, también parece que al final de cuentas se reeditará la coalición que firmaron en la reciente elección federal.
Nadie debe perder de vista que para la configuración de las fuerzas políticas rumbo al 2022, la pauta la están marcando las dirigencias nacionales.
A excepción del panismo local, al que corresponderá de forma exclusiva la selección del candidato, a los demás integrantes de la alianza no les quedará más que recibir línea desde la Ciudad de México, lo mismo que a los tres militantes que conserva el PRD.
Ni qué decir de los morenistas que no tienen en Tamaulipas una estructura formal que pudiera ponerse al frente del proceso de selección.
(¿Alguien sabe si ya está en funciones Oscar Alarcón, quien se supone es el nuevo dirigente estatal del partido?)
O los petistas que sobreviven gracias al cobijo de Morena. Tampoco el Partido Verde se manda solo, a pesar del impulso que ha recibido de la nueva dirigencia.
Hoy más que nunca, el destino del partido del tucán en la entidad está atada a los amarres que se requieran en San Lázaro.
Como sea, dentro de unos meses, la realidad seguirá siendo una sola: el candidato panista a la gubernatura será elegido por el líder político de ese partido en Tamaulipas, el gobernador Francisco García Cabeza de Vaca.
Y el candidato de Morena será elegido por el presidente López Obrador, aunque en medio de ese proceso estén las encuestas que si acaso servirán para validar la decisión que se tome en Palacio Nacional.
POR MIGUEL DOMÍNGUEZ FLORES