TAMAULIPAS.- Respecto a las opciones que tiene el PRI para el 2022, hay muchas dudas, y una sola certeza: sea cual sea la decisión que tome el Comité Ejecutivo Nacional sobre la alianza con el PAN en Tamaulipas, habrá entre sus filas muchos inconformes.
La mera posibilidad divide opiniones entre los priístas. Están por un lado quienes consideran que ir en coalición con Acción Nacional es una especie de salvavidas que los hará salir a flote; y por otro lado, los que no le ven mayor utilidad si se da la razón a las encuestas que pronostican un triunfo de Morena.
En medio de los dos bandos se cruza el componente ideológico: hay priístas que se sienten más identificados con la llamada cuarta transformación, y otros que ven en el presidente López Obrador la amenaza de una longeva dictadura para el país, a la que hay que ponerle un freno.
Por eso es obvio que una alianza firmada por las dirigencias nacionales no significaría que los votos priístas se vuelvan panistas en automático. Como tampoco ir solos a la competencia impediría que los tricolores aliancistas terminen por votar en favor del candidato que mande el PAN.
Queda clarísimo que Edgar Melhem, el dirigente estatal del partido, está en contra de una coalición con Acción Nacional, e incluso ha puesto sobre la mesa la posibilidad de acercarse más a Morena. Su postura ha cobrado más fuerza en los últimos días, con la crisis que vive la alianza legislativa “Va por México” a raíz de la presentación de la reforma energética, pero sobre todo por las impugnaciones presentadas por el PAN para quitarle dos diputaciones plurinominales en el Congreso de Tamaulipas.
“Se excedieron”, me dijo el delegado priísta, Felipe González Alaníz, sobre la acción de la dirigencia estatal del PAN. Cuando el Tribunal Electoral del estado había determinado que al final serían tres pluris azules y una tricolor, pensaron que cada quien se quedaría con su golpe.
No gustó entre los priístas la insistencia del “Cachorro” de llegar hasta la Sala Superior para pelar la cuarta “pluri” para la cual ya había rendido protesta Alejandro Guevara Cobos, que además de ser uno de los tamaulipecos más cercanos a Alito Moreno, era un aliado seguro para la bancada panista. En esta disyuntiva se encuentra el PRI.
Tienen que decidir entre ir aliados a una elección altamente competido para intentar volver al poder, aunque sea como partido complemento; o apostarle a fortalecerse en un contexto de alta polarización entre el PAN y Morena.
¿Tiene candidatos para competir? Melhem y el delegado piensan que sí. Ramiro Ramos Salinas, Enrique Cárdenas y Montserrat Arcos parecen sus opciones más viables, y los tres tienen luz verde para intentar posicionarse.
Por lo pronto, creo que el Congreso del Estado será una importantísima caja de resonancia política para lo que está por venir. Lo que hagan o dejen de hacer Edgar Melhem y Alejandra Cárdenas servirá para atender la ruta que tome su partido de cara al 2022.
CATALEJOS / MIGUEL DOMÍNGUEZ FLORES
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— Expreso (@ExpresoPress) January 5, 2021