Más o menos al mismo tiempo, César Verástegui y Chucho Nader empezarán, ahora sí, la competencia interna del PAN por la única candidatura que estará en juego el próximo año.
El sábado, “El Truco” será el protagonista de un evento masivo en el Polyforum, en el que una agrupación política integrada por militantes de diferentes partidos, harán público su apoyo para que él sea el abanderado de la alianza que se está cocinando.
Y la próxima semana, quizás un poco antes, el alcalde de Tampico iniciará sus recorridos por Tamaulipas para intentar posicionarse de cara a la decisión final.
Su primer destino será la frontera, ahí donde por motivos geográficos, su nombre pudiera tener menos presencia.
En la capital del estado es evidente el despliegue político en favor del Secretario General de Gobierno, y el tufo a destape que desprende el encuentro del fin de semana.
Pero desde el equipo de Chucho insisten en que nada está escrito, porque quien debe tomar la decisión no lo ha hecho.
Una cosa está clara: sin el visto bueno del gobernador, el alcalde no se embarcaría en una empresa compleja para su causa, como seguramente resultará armar logísticamente una serie de viajes a otros municipios sin que eso se convierta en una causa para ser sancionado por la autoridad electoral.
La diferencia es clara: mientras “El Truco” puede moverse a sus anchas por el estado gracias al carácter de su encargo público, Nader está atado al territorio jaibo, salvo que encuentre una buena excusa, bien explicada y argumentada para, por ejemplo, aparecerse un día en una reunión con la sociedad civil de Nuevo Laredo.
Está a prueba la creatividad de sus estrategas políticos, y la capacidad de sus asesores jurídicos.
Como sea, César y Jesús entran al último trimestre del 2021 con diferentes armas políticas a su disposición, e insistentes, cada uno por su lado, en que no habrá fractura una vez que se conozca al elegido.
En la banqueta de enfrente, mientras tanto, la mayoría de los aspirantes morenistas acusaron de recibido el mensaje de Maki Ortiz, quien con su presencia en diferentes municipios (su ventaja es que está desempleada, como ella misma presumió en las entrevistas) dejó claro que buscará a toda costa aparecer en las boletas electorales, por el partido que sea. Haya sido por esa razón o por cualquier otra, hacía tiempo que no veíamos en una misma fotografía a Américo Villarreal y a Rodolfo González, quienes despuntan como los prospectos más serios para la candidatura de Morena.
Es muy probable, porque la historia política de Tamaulipas así nos lo ha enseñado, que la imagen viral no signifique el fin de la guerra de lodo que ya caracteriza la competencia interna de Morena. Pero el victorense y el tampiqueño parecen haber comprendido que, una vez concluido el proceso de las encuestas, no tienen otra opción que acudir unidos a la que será la batalla política más compleja que hayan vivido.
POR MIGUEL DOMÍNGUEZ FLORES