TAMAULIPAS.- Felipe Garza Narvaez fue uno de los primeros aspirantes a la candidatura de Morena en levantar la mano. Ocho meses antes, en octubre del 2020, había renunciado a la delegación federal de la Secretaría de Gobernación en Tamaulipas, para registrarse en el proceso interno para seleccionar al candidato a la diputación federal por el V Distrito.
Al final, esa posición fue para una propuesta del Partido Verde por la coalición federal que firmó junto al Partido del Trabajo y Morena. Pero Garza Narváez apenas dejó que se asentaran los ecos de la elección del 6 de junio, y confirmó que quiere ser tomado en cuenta en la competencia interna del partido para el 2022.
Su principal argumento es su curriculum que incluye experiencia en los Poderes Legislativo y Ejecutivo, por más de cuatro décadas. Felipe nació el 26 de mayo de 1952 en Victoria, Tamaulipas; la familia de su madre, procedente de San Carlos, y su padre de Matamoros, de El Ramireño. Creció en el 12 y 13 Guerrero, hizo el kinder en el Guadalupe Mainero y la Primaria en la Escuela Victoria. Por la situación laboral de su padre, que lo mismo trabajó en una empresa de insecticidas, que como administrador de un rancho, la familia emigró a Tampico. Ahí, Felipe estudió la secundaria y la preparatoria.
Vivió en la Colonia Campbell, muy cerca de la entonces llamada Junta de Aguas de Tampico, hoy Comapa. Ahí inició lo que sería un trabajo temporal que se convirtió en el arranque de una larguísima carrera en el servicio público.
En la Junta hacía labores de auxiliar de oficina, luego fue calculista hasta convertirse en el titular de ese departamento. Eran mediados de los setenta, para entonces Felipe ya había ingresado a la Facultad de Odontología de la Universidad Autónoma de Tamaulipas. Eligió esa carrera porque había hecho el bachillerato en biología y de entre las opciones que se le presentaban, esa era la que tenía mejores horarios para poder continuar con su trabajo.
En la Universidad ya se había convertido en Presidente de la Sociedad de Alumnos en el periodo de 1973 y 1974. Y poco después, ya retirado de la Junta de Aguas, fue invitado a convertirse en Director de Prensa y Relaciones Públicas del Centro Universitario Tampico-Madero; tenía 23 años de edad. A partir de entonces vino una seguidilla de encargos en el sector público.
Estaba por terminar el sexenio de Enrique Cárdenas González y empezaba la campaña de Emilio Martínez Manatou, lo que significó para Garza Narvaez el regreso a su ciudad natal. Ya estaba casado y tenía una hija.
En esa campaña conoció al matamorense Jaime Villarreal Elizondo, quien después fue nombrado Tesorero del estado, y lo invitó a ser su Secretario Particular.
La renuncia de José Bruno del Río a la Secretaría General derivó en que Joaquín Contreras dejara la Coordinación de Comunicación Social para ocupar ese lugar, y a su vez Felipe fuera invitado a convertirse en el titular del área.
De esos años recuerda una visita a la Ciudad de México a una reunión en la Secretaría de Gobernación con otros coordinadores estatales, de donde fue invitado a Los Pinos para ser el orador designado en el encuentro que después sostuvieron con el presidente Miguel de la Madrid. Eran los tiempos del PRI todo poderoso.
Felipe ocupó varias posiciones en la estructura del partido, además del área de prensa y comunicación donde hizo trabajos recurrentes, fue Secretario de Capacitación Política. Mucho tiempo después, entre 2005 y 2006, fue presidente del Comité Directivo Estatal, antes, en 1996 había sido Secretario de la CNOP.
También fue delegado del partido en diferentes municipios, con la encomienda de sacar adelante todo tipo de campañas políticas. En el curriculum de Garza Narvaez destaca una característica: ha sido tres veces diputado local, las tres veces por el mismo distrito, y las tres veces de mayoría, es decir, ganó su lugar en las urnas. La primera vez que llegó al Congreso del Estado fue en 1993.
Fue en fórmula con el entonces candidato a la gubernatura, Manuel Cavazos Lerma, a quien tuvo que convencer de que tenía el perfil para competir en una elección y para formar parte del Legislativo. Felipe recuerda aquella charla:
“Se reclinó en su asiento hacia atrás, sonrió y me dijo, ‘oiga yo no le veo a usted perfil de diputado’” No fue fácil, pero al final lo convenció y a su vez el candidato hizo lo necesario para que el partido lo postulara por el XIV Distrito, con cabecera en Victoria.
Regresó al Congreso casi una década después cuando volvió a ganar la elección, y una vez más en el 2008. En esa Legislatura fue Presidente de la Junta de Coordinación Política Desde esa posición le tocó uno de los momentos políticos más críticos para el estado, cuando el entonces candidato Rodolfo Torre Cantú fue asesinado en el 2010.
En esa misma conformación del Congreso, por cierto, tuvo como compañero a Francisco García Cabeza de Vaca que ocupaba una posición relevante en la bancada panista de oposición. Durante el sexenio de Egidio Torre Cantú ocupó por un par de años la Subsecretaría de Gobierno en la Secretaría General, en la época de Morelos Canseco. De ahí pasó a la delegación federal de la Profeco y finalmente a la última trinchera que defendió con los colores del PRI: la campaña de Baltazar Hinojosa a la gubernatura que concluyó en la derrota tricolor y la llegada de la alternancia a Tamaulipas.
Esa última etapa fue particularmente difícil para Garza Narvaez: “Un día voy a escribir mis memorias, en esa campaña yo pasé momentos muy difíciles, lo confieso, yo tenía el área de comunicación, pero había mucha metedera de manos, eso hay que aguantarlo porque así convenía, no era un asunto de mi persona, era la conveniencia de la campaña”.
LA LLEGADA A MORENA
En 2017, tras la designación de Enrique Ochoa Reza como dirigente nacional del PRI, Felipe Garza Narvaez presentó formalmente su renuncia al partido tras 45 años de militancia.
Pocos meses después, hizo presencia en la firma del “Acuerdo Político de Unidad por la Prosperidad del Pueblo y el Renacimiento de México”, en un evento que se realizó en Victoria, con la visita de Andrés Manuel López Obrador.
Cuatro años después de aquella jornada, Felipe reflexiona sobre el discurso que dio el ahora presidente. “Habla mucho de qué es Morena, y creo que hay morenos que no entienden qué es Morena y andan en el conflicto, en el pleito y hay morenos que no entienden que Morena no es de ellos, y que ellos como participaron en la confirmación de Morena se sienten con el derecho histórico de decir: yo soy de los fundadores y tengo más derecho que tú, y eso habla de falta de reflexión”
Antes de ese encuentro, había sido invitado por Rodolfo González Valderrama a la Ciudad de México para conocer el proyecto político del ahora presidente: “y me sumé”. En las elecciones federales del 2018, se registró como aspirante a la candidatura para el Senado que finalmente recayó en manos de Américo Villarreal Anaya.
Y un año después, ocupó su primera posición en la estructura formal del gobierno obradorista, como representante en el estado de la Secretaría de Gobernación.
A esa posición renunció para atender la indicación presidencial de que todos los funcionarios federales interesados en participar en la elección del 2021 tendrían que renunciar a sus posiciones al menos desde octubre del 2020. Felipe quería ser tomado en cuenta como candidato a la diputación federal por el V Distrito, que después fue otorgada al Partido Verde como parte de la coalición que firmaron las dirigencias nacionales.
El Distrito de Victoria, con Gerardo Illoldi como candidato, fue uno de los tres que no pudo ganar Morena en Tamaulipas. Con una larga trayectoria a cuestas, Felipe Garza Narvaez no tardó mucho en confirmar su intención de competir en el método de selección de Morena para la candidatura del 2022.
Pide que se lo tome en cuenta en las encuestas, y así se lo hizo saber recientemente a Mario Delgado Carrillo, presidente del Comité Ejecutivo Nacional del partido. “Si a eso se le puede llamar la generación de derechos, pues le llamaremos generación de derechos, a lo que no tienen derecho es al menosprecio, y a lo que no tienen derecho es a no tener piso parejo, a qué me refiero, a que ahorita yo estoy desde la calle donde está el 99.9% de los ciudadanos dando mi pelea”.
Sin una posición pública desde que dejó la representación de Segob, sigue con sus labores en la ganadería. Tiene un rancho de 22 hectáreas en el ejido Flores Magón, de Güémez, Tamaulipas, donde cría Brangus negro de registro: “Lo que puedo hacer en 22 hectáreas, tengo que tener mucho orden , mucha disciplina, porque tengo que hacer rendir muy bien mi pasto”.
“Cada centavo que gasto es de mi bolsa, de mi patrimonio, y de mi familia”, detalla sobre las actividades que realiza desde hace meses en diferentes regiones del estado, con las que busca posicionarse en la etapa definitiva, cuando Morena aplique las encuestas.
POR MIGUEL DOMÍNGUEZ FLORES
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— Expreso (@ExpresoPress) January 5, 2021