HIDALGO.- La Fiscalía General de la República (FGR) abrió una investigación por posible corrupción y negligencia de funcionarios ante la inundación del IMSS en Tula, Hidalgo, que derivó en la muerte de varios pacientes.
La madrugada del 7 de septiembre el Hospital General de Zona No. 5 del IMSS en Tula se inundó, quedándose sin energía eléctrica.
Debido a que el agua alcanzó el metro y medio de altura la planta de luz del hospital se dañó, lo que inhabilitó el suministro de oxígeno a pacientes COVID-19, varios de los cuales murieron.
Una investigación de Animal Político detalla que la doctora María Eugenia Villagrán, coordinadora Clínica del Hospital de Tula, fue la primera persona en alertar sobre la inundación del IMSS a través de un grupo de WhatsApp, a las 00:36 h.
Juan Alberto Aguilar Martínez, coordinador de Prevención y Atención a la Salud de la delegación, fue la única persona que contestó con un “Enterados”.
Transcurrieron las horas y fue hasta las 6:00 h que el jefe del Centro Virtual de Operaciones y Emergencias en Desastres (CVOED) del IMSS, Felipe Cruz Vega, supo de la inundación por redes sociales.
Más tarde se enteró de lo ocurrido el director general del IMSS, Zoé Robledo.
El Instituto Mexicano del Seguro Social afirma que ninguna autoridad municipal, estatal o federal le advirtió que el río Tula podía desbordarse e inundar el hospital.
Sin embargo, es bien sabido, al menos desde 2009 por el Atlas de Riesgos del Gobierno de Hidalgo, que su ubicación está en una zona de peligro de inundación y de alto riesgo a fenómenos hidrológicos como deslizamiento de laderas y granizadas.
Además, pese a que el IMSS se encuentra a 100 metros de la orilla del río Tula recibió en 2013 la certificación de Hospital Seguro, misma que se renovó en 2018.
La inundación del Hospital General de Zona No. 5 se debió al desbordamiento del río Tula, que en un inicio se adjudicó a las lluvias extraordinarias en el estado.
No obstante, la verdadera causa fue el desfogue de aguas pluviales y residuales de la Ciudad de México al río Tula a través del Túnel Emisor Oriente (TEO), puesto en operación en diciembre de 2019.
Al respecto, el jefe del CVOED, Felipe Cruz, aseguró el IMSS nunca tuvo los elementos para anticipar los escenarios más graves por el Túnel Emisor Oriente ya que “nunca hubo nada que fuera amenazante”.
Tras la tragedia el director del IMSS, Zoé Robledo, anunció la construcción de un nuevo Hospital General de Zona en Tula, previsto para entrar en operaciones en marzo de 2023.
El nuevo inmueble tendrá mayor capacidad de camas, mejor área de Urgencias, más especialidades, mejor capacidad quirúrgica, así como una Unidad de Cuidados Intensivos.
CON INFORMACIÓN DE LÓPEZ DÓRIGA