VICTORIA, TAM.- México es un país feminicida, sostienen las feministas y la nota roja de la prensa lo confirma al dar testimonio de 12 o más asesinatos de mujeres por cuestión de género, cada día.
Desde antes de que se contarán los muertos de la guerra del narcotráfico ya se contaban las muertas de Juárez, hace 30 años desde Chihuahua se encendían las alarmas sobre un fenómeno social que persiste y es nombrado por la antropóloga Marcela Lagarde como Feminicidio, que desde 2012 está tipificado en el código penal y se establece como un homicidio intencional de una mujer a manos de un hombre por machismo, misoginia, discriminación y violencia de género.
Para la investigadora, académica y feminista Josefina Guzmán Acuña, Coordinadora de la Mesa de Seguridad y Justicia en Cd. Victoria, esto es un acto de “máxima expresión de odio hacia la mujer”.
Como primera invitada al programa LA INFILTRADA, una nueva propuesta mediática que ofrece en su canal de YouTube Expreso, para ventilar la agenda feminista, Guzmán Acuña cuestionó los roles de género y compartió experiencias propias que la iniciaron en la lucha por los derechos humanos de las mujeres.
En la Entrevista con Lupita Escobedo Conde, afirma que “tenemos que hablar de estos temas desde los enfoques científicos y críticos, y se tienen que informar a la ciudadanía con las gafas violetas” es decir, exponerlos con perspectiva de género para no revictimizar a la víctima, pero no invisibilizar lo que está sucediendo.
Originaria de El Mante, descubre el feminismo hace más de 20 años cuando no entendía su rebeldía hacia ciertas conductas donde las mujeres siempre estaban en desventaja, ¿Quién dijo que las cosas deben ser así? reclama y revela que son ellos, los hombres quienes sostienen el sistema patriarcal.
“Soy feminista porque el feminismo tiene que ver con la igualdad en derechos para las mujeres, es una lucha para que las brechas de desigualdades se aminoren y disminuyan, hasta alcanzar un mundo equitativo”. A la pregunta expresa de que ¿Si no somos tóxicas, ni estamos locas, ni andamos en nuestros días, porque estamos enojadas las mujeres?
Toma aire, se acomoda para la toma del video y contesta a la audiencia: “Estamos enojadas porque la violencia está incrementándose, está subiendo, es el miedo de los hombres a las mujeres libres, entre más están ganando terreno ellas, hay resistencia importante del patriarcado y está tratando de restringir los avances de las mujeres con mayores índices de violencia”.
“Esta lucha feminista que comenzó desde siglos pasados, con el movimiento por el voto, está ahora en una cuarta ola, pero antes se tuvo que luchar por el reconocimiento de ser personas, ciudadanas” “De alguna manera hemos ido avanzando, pero no a la rapidez que se requiere, las mujeres estamos ganando espacios, sí, pero, ha sido porque hemos luchado por ellos, nadie dijo vamos a darle esto a las mujeres, todos los espacios y leyes han sido producto de una lucha feminista”.
En la mesa el debate incluye a las nuevas generaciones, las jóvenes que están siendo mejor informadas y no tienen la misma paciencia ante las costumbres machistas arcaicas, el movimiento feminista ha incidido en ellas. “Antes estábamos más calladas, así nos educaron, si algo me pasa es porque no me cuide” pero la sensibilización ha hecho que las mujeres de hoy no estén tan dispuestas a seguir aguantando, “Este es el enojo y vamos a tumbarlo” al patriarcado lo vamos a tirar.
Josefina Guzmán Acuña es Doctora en Educación Internacional por la Universidad Autónoma de Tamaulipas, Maestra en Educación Superior y Licenciada en Letras Españolas por el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey, es Miembro del Sistema Nacional de Investigadores, tiene estudios científicos sobre Política, Administración, Gestión Educativa y violencia de Género.
Y es coautora de 5 libros, tres de estos basados en estudios de género. En 2015 presentó el libro Violencia y Mujeres, un Diagnóstico de la Violencia contra Las Mujeres en Ciudad Victoria, y con este sustento refiere que en este 2021 se registran aumentos significativos en los niveles de agresiones hacia las mujeres y las niñas.
“Las mujeres y las niñas están sufriendo más en el confinamiento, muchas tuvieron que renunciar a sus trabajos para quedarse en casa y esto ha elevado la violencia doméstica, la otra pandemia está poniendo banderitas rojas para indicar que hay un problema serio dentro de los hogares” advierte y señala que el abuso sexual esta como foco rojo.
En sus conclusiones, señala que la sociedad es permisiva ante la violencia que sufren muchas mujeres “es una sociedad cómplice, hay una familiar que ve que un hombre agrede y no hace nada.
¿Por qué no tomamos responsabilidad ante esto? ¿Por qué seguimos normalizando este tipo de violencia? Se deben de eliminar las masculinidades tóxicas para frenar todo tipo de violencia de género, porque lastima a toda la sociedad y como ejemplo el caso más reciente de presunto feminicidio en un hotel de esta localidad, un chico de 21 años agrede a una mujer y nadie “escucho nada, nadie intervino, nadie hizo nada por la víctima” ahora son dos familias rotas.
En palabras de la investigadora, la principal característica del feminicidio es una cuestión de género, “no hubo un robo, no es fuego cruzado, no hay una circunstancia por la que la víctima debiera morir” pero si hay carga de “celotipia”, en la mayoría de los casos existe un lazo emocional de la víctima con el agresor, “generalmente las matan después de haberlas sometido a violencia sexual, hay mucha saña, mucha violencia, se descuartiza el cuerpo, se le mutila, se le expone desnuda, como para que todo el mundo vea que es con una gran carga de odio hacia la mujer”.
POR GUADALUPE ESCOBEDO CONDE