Pumas con mucha personalidad y producto de gallina eliminó al América que careció de orgullo, de pasión y futbol, todo con lo que se juega una Liguilla por el título.
El equipo de Solari no sabe jugar partidos definitorios y por eso una vez más se va a casa.
Los tres goles de Pumas tuvieron el mismo sello, el de Alan Mozo. El canterano auriazul dio el partido de su vida, entendió que su sangre es de color distinta y más cuando tiene enfrente al odiado rival Mozo dio tres asistencias, sin duda el hombre del partido y el que hoy tiene a los Pumas en las Semifinales, sí, algo que no se pensaba en lo más mínimo hace unos meses cuando estaban hundidos en los últimos lugares.
Universidad Nacional mostró hambre, no se achicó ni cuando estuvo abajo en el marcador gracias a un penal que ejecutó de maravilla Emanuel Aguilera y que dicho sea de paso fue el único momento en el que se acercaron a la portería de Talavera.
El show de Pumas y Mozo comenzó antes de que terminara el primer tiempo, el zaguero mandó un centro al área ante la débil marca azulcrema y Washington Corozo con un leve desvío liquidó a Memo Ochoa al 29’.
El empate mató al equipo de Solari que se quedó sin las pocas ideas, si bien el empate les seguía dando el boleto a las Semifinales en esta ocasión dejaron el futbol y el corazón en casa y al 42’ Mozo le puso un buen centro a Corozo para el segundo.
En el segundo tiempo a pesar de la obligación que tenían los de Coapa, el equipo fue la muestra fría de su entrenador.
Solari se quedó sin argumentos, así como le ha pasado en cada juego definitoria en su carrera como entrenador.
Los pocos argumentos de Solari lo obligaron a aventar todo su arsenal ofensivo, pero la ofensiva del América estaba solo desordenada y corrían por instinto. Al 82’ la dosis de Mozo por el costado derecho la repitieron y entonces si el Águila quedó atrapada, le cortaron las alas, e Higor Meritao fue el creador de que el americanismo enmudeciera.
Nuevo fracaso de Solari, ya son tres al frente del equipo y eso se maximiza en una escuadra en la que los títulos son obligación y por si fuera poco el América con él nunca ha jugado como su afición lo exige.
Por Staff