Junto con mi equipo, acabamos de terminar una gira por todas las regiones de Tamaulipas, momentos en los que las decisiones cupulares partidistas están en juego para determinar sus posibles alianzas y por consiguiente sus procesos de selección para quienes encabezarán sus proyectos rumbo a la gubernatura en 2022; todavía sin tener los resultados del levantamiento del estudio –de antropología social- ya resalta que simula el electorado tamaulipeco en varias vertientes, por lo que no se deberán confiar los estrategas generales.
Como parte del modelo diseñado para hacer el diagnóstico del humor social, se contempla entrevistas cara a cara con líderes sociales, entre otras técnicas.
En Tamaulipas no fue la excepción, sin embargo lo sorprendente es que quienes están en la operación de un proyecto que trata de mantener la gubernatura, como los que pretenden ganarla, ambos están sumamente seguros que conseguirán el éxito en las urnas.
Cierto, cuando entran a un proyecto político deben estar seguros o confiados que ganarán, pero en mi experiencia como consultor en comunicación política, no había visto en la última década esa férrea seguridad en ninguna parte de México.
La seguridad férrea que tienen ambos equipos competidores por la gubernatura de Tamaulipas los acerca a tres errores que pudieran ser un estrago durante las campañas, por consiguiente, serían un descuido estratégico que tendrá un costo en las urnas: 1. Polarizar al electorado consiguiendo una elección de dos, no de tres; 2. Hablar – conectar para los mismos militantes logrando no cautivar nuevos votantes al proyecto; y 3. No remediar ahora los errores que traen consigo por lo que serán un lastre que arrastrarán durante el proceso electoral. Inmersos en su verdad -ambos equipos competidores- uno refiere sobre la fuerza que tiene en su electorado cautivo y el otro apunta sobre el humor social favorable a su proyecto transformador; empero, la escucha sensible del ciudadano es vital para considerarlo dentro de la fórmula estratégica sí es que quieren ganar la gubernatura de Tamaulipas con amplio margen con respecto al segundo lugar. Por ejemplo, no deberían confiar en tres hallazgos que obtuvimos durante el levantamiento territorial:
SIMULA PARA LAS ENCUESTAS
Reafirmamos que el electorado tamaulipeco continúa simulando su decisión de voto, una actitud que empezó a darse por la presencia de la narcoviolencia y agudizada con la alternancia política. Por ello no se debe confiar en las encuestas menores o en las que se publican en los medios, porque están sesgadas.
SIMULA PARA RECIBIR APOYOS
Confirmamos que el ciudadano está tan acostumbrado a recibir apoyos de una corriente política como de otra, o de un orden de gobierno como de otro, que tener enlistados de beneficiados ya no es garantía de que optarán por un proyecto en particular. Por ello no se debe confiar en el padrón de ningún programa, porque están sesgados.
SIMULA EN SU LEALTAD PARTIDISTA
Descubrimos que la lealtad partidista en Tamaulipas está sumamente trastocada, en la impronta –top of mind- está presente, pero al escudriñar desaparece. Por ello no se debe confiar en las militancias empadronadas, porque están sesgadas.
APUNTES
Conversando con un operador regional comenta “En estos ‘n’ municipios estoy moviendo mis estructuras para ‘tal’ proyecto, pero ya saben que aquí en el mío voy con todo con mi partido”, desde ahí simula el electorado tamaulipeco y aun así confían que tienen seguro el éxito electoral ¿Y tú, qué opinas?
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