Pueblo Viejo.- Con la voz entrecortada, pero con una actitud firme la señora Nilda refirió,” Por mi hijo lo que sea, daría mi vida por su salud, y lucharé por él”.
El pequeño Francisco Joaquín Dorantes Hernández, fue el diagnosticado de leucemia linfoblástica aguda un tipo de cáncer en la sangre que es muy agresivo.
“La Razón” visitó hoy al pequeño “Fran” en su vivienda ubicada en la colonia Ampliación Luis Donaldo Colosio, el cual nos sorprendió con su actitud y su firmeza, además de su formalidad y educación con las que enfrenta un problema de salud severo que no le ha quitado la sonrisa de su rostro.
EL DOLOR MÁS GRANDE
La señora Nilda Hernández, señaló, no puede existir en el mundo un dolor más grande que ver a un hijo enfermo de cáncer enfrentando una situación dramática todo lo que implica luchar para que pueda salir adelante.
Como lo dimos a conocer por la condición de salud del pequeño su madre no ha podido salir a trabajar lo que les ha pegado económicamente a ella, al menor y a una pequeña nieta que viven en la sencilla casita.
Recordó que por desgracia el padre de Paco falleció 8 años atrás y el pequeño recibe la mitad de una pensión que comparte con su abuela paterna, sin embargo la cantidad no es suficiente para sortear todos los gastos que tiene que enfrentar por este agresivo cáncer.
La madre del menor indicó que cada mes tienen que acudir a la Ciudad de México para que se realicen quimioterapias al pequeño que debe de cumplir con un total de 146 de las cuales lleva 83.
“Sin trabajo y sin fuente de ingresos, la Marina los ayuda con los boletos de autobús, pero para movernos necesitamos pagar taxis hospedaje en un pequeño cuarto y los alimentos en promedio nos gastamos 1200 y cantidad que es muy difícil de reunir para nosotros”.
Por ello hizo un llamado a la sociedad para que los apoyen, ella está preparando comidas y apostará por la venta de alimentos para lograr algunos recursos, recientemente ha vendido ropa usada pero en su sector hay mucha necesidad y le pagan muy poco por ella.
Recordó también que su problema es que el niño requiere terapias físicas que se las ofrecen en el hospital naval de Tampico pero la falta de recursos para pagar taxis y traslados ha frustrado que reciba esta atención.
Dijo que los viajes a México han enfrentado grandes limitaciones al grado de que ella se ha quedado sin comer o cuando regresan a la medianoche a la central de Tampico no tienen dinero para un taxi y tienen que pernoctar hasta la mañana y poder cruzar por el paso de lanchas.
Para aquellos que deseen apoyarla deja el número de cuenta 4766 8416 3698 2996 y el número de celular 833 411 20 03 para quien quiera hablarle directamente.
Su madre dije que uno de los medicamentos que requieren con frecuencia es la “DEXAMETASONA” de la que consume 8 pastillas cada 8 horas, necesitando 6 frascos por mes. Dijo que ésta no es costosa, sin embargo en su situación económica les es complicado adquirirla.
Por Víctor Montiel