VICTORIA.- “Son patadas de ahogado”, como luego se dice, del patriarcado que intenta estigmatizar la protesta feminista, “se están defendiendo y la forma de defensa es atacar al movimiento” responde Olga Alicia Castro Ramírez en la entrevista de La Infiltrada, al tiempo que se declara abiertamente feminista y remarca la imperiosa necesidad de organizarnos como colectivas para impulsar la participación de las mujeres en todos los ámbitos, con mejores medidas jurídicas y políticas públicas.
Castro Ramírez es la primera mujer en Tamaulipas en ocupar la presidencia de la Junta Local Ejecutiva del INE, antes estuvo en la titularidad del órgano electoral de Sonora y Guanajuato, fue Directora de la Unidad Técnica de Vinculación con Organismo ocales, del Consejo General del INE, es integrante del Colectivo Feminista 50 más 1, capitulo Tamaulipas, un grupo de reciente creación que une a mujeres política, académicas, investigadoras, empresarias, servidoras públicas y activistas para impulsar la agenda de género en espacios políticos.
Con amplia carrera en el servicio electoral, considera que la reforma que tipifica la Violencia Política por Razón de Género llega un tanto tarde, ya que la participación política de la mujer se acrecentó a partir del impulso de la paridad en 2014 y esto develó la problemática que sufren las mujeres en las esferas políticas, ante esta circunstancia es el INE que en 2016 presenta un protocolo de violencia política y es hasta el 2020 cuando se tipifica y se define en la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia.
La violencia machista que se había “mantenido en la esfera privada, donde había un total y absoluto dominio, cuando ellas salen a la escena pública se incrementa y cuando llegan las primeras postulaciones paritarias se empieza a detectar más”. Con este antecedente, aquí en Tamaulipas ya se registraron dos denuncias en el ámbito local y hubo una sanción en el proceso local anterior. Otro tipo de violencia que afecta a las mujeres en todos los ámbitos es la violencia económica, y en este rubro el INE emitió un reglamento para que los partidos políticos la erradiquen y tomen medidas, obligándolos a otorgar financiamiento mínimamente del 40 por ciento a las mujeres, así como también de los tiempos oficiales que reciben en radio y televisión, porque antes se les postulaba, pero no se les financiaba. Sin embargo, reconoce que aun falta mucho por hacer, de ahí la importancia de seguir en la lucha constante por la igualdad, de incidir desde todos los frentes para ir mejorando las condiciones de participación de las mujeres en política, y corregir el mal desde el origen, porque hasta ahora “las mujeres más atacadas son las mujeres candidatas en el ámbito municipal y los espacios donde se da más la violencia política contra ellas es precisamente en el interior de sus partidos políticos”.
NINGUN AGRESOR AL PODER
Desde hace tres años, colectivas feministas han demandado que los agresores no lleguen al poder, ni en cargos de elección popular ni en puestos públicos, sin embargo, esto sigue sucediendo ya que el pedimento que se denomina Ley 3 de 3 contra la violencia de género, aún no es Ley, es una carta de buena voluntad que firman los candidatos con la promesa de que no son agresores, no han violentado a ninguna mujer, ni son deudores alimenticios.
Pero han mentido, y en varias ocasiones, el INE lo detectó y lo evidenció, unos falsearon sus antecedentes.
“La 3 de 3 aun presenta retos a vencer, se estipula que es obligatorio para los partidos políticos presentar una carta firmada por los candidatos, que no han sido sancionados por acoso sexual, violencia doméstica o deuda alimenticia, la presentan de buena voluntad, pero el INE fue más allá e hizo una revisión aleatoria de una muestra de los candidatos a nivel nacional y nos encontramos con que las autoridades locales no tenían registros” explica a detalle.
Aún así, en la indagatoria pasada, se logró detectar que dos personas sí tenían expediente como deudores alimenticios, se les quitó la candidatura, pero se inconformaron en el Tribunal, la resolución fue que el INE no tenia facultades para quitar esas candidaturas y “así se le quita la efectividad a la medida, entonces ¿para que se pide la carta si no se aplica?, debe existir una base de datos nacional y que esta iniciativa sea efectiva” Sobre Violencia Política por Razón de Género, nos recuerda que el INE ya presentó un padrón nacional y lo tiene en su sitio electrónico para el escrutinio público.
Olga Alicia Castro Ramírez es una de las 7 mujeres que encabeza una Junta Local Electoral, de las 32 que existen en el país, es licenciada en Administración Política por la Universidad de Nuevo León, tiene maestría en Procesos e Instituciones Electorales por la SEP y un Diplomado de Violencia de Género por la UNAM, y a lo largo de su trayectoria profesional también ha sido victima de violencia, de la que casi no se ve, porque no hay golpes físicos, la que busca combatir desde su liderazgo: la Violencia por Razón de Género.
“No son golpes, la violencia ya cuando una es mujer directiva, muchas veces es muy sutil y en ocasiones es casi imperceptible, pero no quiere decir que estemos sensibles, a flor de piel, sí existe y debemos reconocerla y actuar en consecuencia” narra con sinceridad y ejemplifica lo que en carne propia le ha pasado, “No se reconocen tus ideas, lo dices tú y nadie te escucha, lo dice un hombre y aunque sea tu idea, sí lo dice él sí se le escucha y es una idea buena”.
Finalmente, la charla en la redacción del Expreso nos lleva al proceso electoral que tenemos en puerta, la elección de gobernador, y ante el cuestionamiento sobre si Tamaulipas está preparado para una gobernadora, se incomoda con la pregunta retórica y expresa un contundente “claro que sí, pero no debería ser un cuestionamiento en la sociedad” está comprobado que las mujeres somos capaces de dirigir, administrar, liderar, es tiempo ya de “no cuestionar el género, sino de analizar las capacidades de las personas que se postulen”.
Y reflexiona, sobre el mayor de los obstáculos para el avance de las mujeres, los propios institutos políticos que dicen “no encontramos mujeres, pero la realidad es que no las dejan llegar”, no tienen carteras de género en los hechos, quizás si en la formalidad, pero no realmente en la práctica.
Sobre el empoderamiento de las mujeres que han alcanzado cargos de elección o decisión publica importantes, y que sufren la sistemática violencia machista, considera que muchas no denuncian la violencia porque se les minimiza, se les invisibiliza de ahí la urgencia de seguir “cubriéndonos como colectivas feministas para el ejercicio del servicio público”.
POR GUADALUPE ESCOBEDO CONDE
