No sólo MORENA y el PRI, sentirán los impactos del escenario 2022 tamaulipeco. El PAN, vivirá en su estructura partidista, el trastrocamiento de la correlación de fuerzas que generará la pugna por la gubernatura. Una de las instituciones, que con mayor claridad reflejará esos vuelcos, es el Congreso del Estado.
El futuro del PRI de Tamaulipas, es tan oscuro y tan dramático, que cualquier escenario que enfrente el 2022, será de resultados funestos en cuanto a estructura partidista, acopio de votos y lo más doloroso: caída de prerrogativas financieras de los órganos de autoridad electoral.
Si el Comité Ejecutivo Nacional del PRI determina que va en coalición con el PAN por la gubernatura, propiciará un cisma de tal proporción que estará a un paso de perder sus únicos dos diputados locales en la Legislatura tamaulipeca. Edgar Melhem Salinas, Presidente del Comité Directivo Estatal (CDE) y su compañera Alejandra Cárdenas, muy posiblemente tomarían distancia de esa alianza toda vez que su postura ha sido reiterativamente contra aliancista.
No se vislumbra, una ruptura de esos legisladores con su partido, pero sí un alejamiento de una decisión del CEN que les cancela la posibilidad de ir armónicamente juntos con el bloque opositor del PAN-PRI- PRD.
El riobravense, quedaría en una situación incómoda.
Sería la primera víctima de aquel bloque; tendría que abandonar el CDE priista, para dejar a un dirigente pro-alancista que asuma los trabajos de convocar al priismo tamaulipeco para que vote por el candidato panista.
El arrinconamiento de Edgar, lo lanzaría a los meridianos de MORENA.
Y eso, no es un efecto menor en la vida pública tamaulipeca: consolidaría la mayoría de los guindas en el Congreso al tiempo de achicar todo movimiento panista en la Legislatura.
¿Y el PAN que gestos hará el 2022?
El re-acomodo de fichas azules, será el que más incida en la Legislatura. La postulación del candidato, podría partir la retícula del partido de Gómez Morín. Se maneja entre la militancia, que de ser el Truco Verástegui, el panismo sureño se replegaría; y si gana Chucho Nader, los azules del centro y del norte, enfriarían su relación con el candidato.
Pero lo más impactante: varios diputados albiazules, estarían en posición de irse a MORENA en muchos de los acuerdos parlamentarios futuros. Se habla de al menos tres legisladores panistas que se aliarán a la mayoría guinda.
Hasta hoy, no se habla de su renuncia al PAN; pero sí, de ir en algunos puntos de la mano del lopezobradorismo congresal.
Como se ve: el 2022, traerá muchas sorpresas bajo el brazo para Tamaulipas.
POR JOSÉ ÁNGEL SOLORIO MARTÍNEZ