ECUADOR.- En redes sociales ha comenzado a compartirse desde hace algunos días un video en el que se puede ver como una niña llamada Andrea, de tan solo seis años de edad, sabe cuatro idiomas diferentes y vende dulces en las calles de Ecuador.
En Ecuador se ha vuelto sensación una niña que vende dulces en la calle porque los transeúntes se dieron cuenta que la pequeña sabía cuatro idiomas diferentes. De hecho, fue una mujer quien grabó una charla que tuvo con ella en francés y compartió el video en sus redes sociales por lo que ahora se conoce en todo el mundo.
Y sí, Andrea ha provocado sorpresa en el miles y miles de usuarios pues no es como que sepa unas cuantas frases en diferentes idiomas; ella puede tener conversaciones fluidas, entiende todo lo que le dicen y luego responde inmediatamente como si de español se tratara (no se traba como muchos lo hacían en sus exámenes orales de inglés).
Esto se comprueba con la conversación que tuvo esta niña con una mujer que pasó en su automóvil por el lugar en el que ella vende dulces: ambas charlan en francés sin ninguna dificultad, le responde algunas preguntas que le hace y cuenta un poco sobre la razón por la que sabe esta cantidad de idiomas.
¿Por qué sabe tantos idiomas?
La mujer que grabó su platica con esta niña en calles de Portoviejo, Ecuador, captó como hablaba con mucha fluidez francés, italiano, ruso y español (no olvidemos que solo tiene seis años de edad). Esto pasó después de que la señora y su hija cargaran gasolina en una estación, en la provincia ecuatoriana de Manabí.
Como la mujer era originaria de Francia, le sorprendió mucho darse cuenta de que el acento de la niña era igual al de este idioma, por lo que le pidió enseguida que se acercara a su automóvil. Fue en este momento que la pequeña Andrea le contó que sus padres trabajaban en un circo que viajaba por muchos países, por lo que ella y su familia han viajado hasta Europa y por esto es que conoce varios idiomas.
Luego de hablar un ratito en francés, la señora le propone comprarle todos los dulces que vende si se los ofrece en los diferentes idiomas que sabe, a lo que esta niña, sin bronca alguna, acepta el reto y le muestra sus conocimientos.
Por último, debemos resaltar los sueños que tiene Andrea, ya que le cuenta a la mujer que cuando sea grande quiere ser veterinaria y ahorrar mucho dinero para comprarle una casa a sus papás.
CON INFORMACIÓN DE SOPITAS