Hace más de tres décadas, se constituyó la asociación civil Comunicación e Información de la Mujer, reconocida ahora a nivel internacional como una organización pionera en “periodismo independiente y de investigación con perspectiva de género”, es un espacio multimedia, especializado en derechos humanos, que visibiliza
la desigualdad, violencia y sexismo en los medios, que defiende la libertad de expresión y el derecho a la información de las mujeres, es una colectiva que impulsa a muchas organizaciones feministas en el país.
Bajo el liderazgo de Lucia Lagunes Huerta, quien se ha ocupado de tender alianzas en todo el mundo para abrir más espacios al periodismo con visión de género, nos hemos forjado muchas que hoy participamos en la lucha feminista a través de la prensa.
Cimac, cada año, publica el análisis de las noticias nacionales para evidenciar el tratamiento de la violencia machista en los medios y esta semana da a conocer que de un estudio de 361 notas publicadas en 15 medios, el 41 por ciento fueron escritas por hombres, el 45 firmadas por la redacción y el 14 por ciento escritas por mujeres; destaca la ausencia de investigación ya que el 83 por ciento de los textos son notas informativas; que la cobertura de campañas de prevención de violencia la hacen más las mujeres que los hombres y que a la información de feminicidios, en 47 por ciento de los casos, no se les da seguimiento y se manejan como casos aislados.
Otro dato interesante que aporta este estudio es que después de 3 décadas se ha logrado incidir en la agenda mediática nacional, ya que en años anteriores los agresores se llevaban el triple del espacio en las noticias, este año 42 por ciento de las noticias colocaron la voz de las víctimas, familiares, o defensores.
Para seguir erradicando la violencia machista que persiste en los medios de comunicación, Cimac nos recuerda que necesitamos trabajar más por un periodismo que coloque a las mujeres en el centro
de la noticia y publica la Ética Periodista Feminista, por un Periodismo de Paz para las Mujeres.
Aquí aconseja que en la narrativa debemos seguir para el tratamiento de la información que elaboramos para los medios, ya será radio, televisión, prensa o multimedia: Cuestionar las desigualdades estructurales y el sistema patriarcal; Erradicar las representaciones estereotipadas que reproducen la opresión de las mujeres; Hacer uso del lenguaje incluyente; Potenciar la participación de las mujeres en las industrias mediáticas y promover el derecho de las mujeres a una vida libre de violencia.
Y para visibilizar las violencias machistas en la agenda noticiosa desde un enfoque de género, nos ofrece cinco pasos básicos: Investigación; Construcción de una narrativa libre de sexismo; Difundir el avance y posibles retrocesos a los derechos humanos de las mujeres; Dar más voz a las mujeres y Comunicar por una vida libre de violencia.
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POR GUADALUPE ESCOBEDO CONDE