Hoy no escribiré de política. No diré que en Tamaulipas son demasiados los (las), siete que por Morena figuran en la consulta para obtener la candidatura al ejecutivo estatal, por lo que el asunto debiera resolverse solo entre dos, es decir, Rodolfo y Américo, a efecto de que el proceso interno no provoque divisiones, confrontaciones y demás usos y costumbres de la condición humana.
No diré tampoco que es de risa algunas nominaciones no por lo que son, sino por lo que fueron y en algunos casos, por lo que pretenden ser. Ello no obsta para señalar que los materiales o utensilios de guerra son los mismos que en cualquier otro partido, sea piquetes de ojos, zancadillas, puñaladas traperas, guerra sucia, llamadas de voz entrecortada, ronca y misteriosa que a media noche amenaza dar a conocer presuntos secretos “celosamente” guardados durante años.
Como este día lo menos que me importa es la política, pasaré por alto que las personalidades de Américo y Rodolfo, en lugar de ser diferentes, son complementarias y que cualquiera que logre la candidatura, bueno sería invitar a su adversario para ayudar al triunfo final. Desde luego que para alcanzar este punto ha de transcurrir todo lo imaginable, así que el camino no parece fácil, de ahí la necesidad de repartir la carga. Y todavía falta que resulte como al arriero, que no llega primero pero sabe llegar.
Es más punto com, si en verdad se trata de preservar la unidad en Morena, ninguno(a) de los (las) siete debiera quedar excluido(a) de la que desde ya, debe calificarse como “la madre de todas las campañas”, que se avecina con todas las expectativas propias de los tiempos y las circunstancias. No olvidéis que estarán en juego proyectos diferentes en la administración y conducción de Tamaulipas.
Como no pretendo este día escribir sobre política, me abstendré de mencionar que la guerra está declarada y que uno y otro bando empiezan a celebrar victorias que aunque todavía pequeñas, (las grandes vendrán después, dicho sea sin que parezca albur), son magnificadas en el intento de impactar de la mejor manera para que, llegado el momento, la ciudadanía cuente con elementos al emitir su voto.
Pero como hoy el tema no es la política, tampoco diré que el más afectado al ser eliminado de la consulta interna, lo es Erasmo González, cuando por su posición en la cámara de diputados e integrante
del círculo cerrado de Morena, debió ser protagonista obligado. Pero ya ve que “uno pone y Dios dispone”, y en este caso como que en infortunio le llegó por donde menos lo esperaba.
En fin, como en esta ocasión el columnista no quiere hablar de política deja para después sus afiebradas especulaciones respecto del futuro que ya se apropia de la entidad.
UN CORRUPTO EN APUROS
Todo indica que a Emilio Lozoya se le agotó el tiempo y la suerte y ha de responder por los diversos delitos que se le imputan. Está en prisión ya sabemos, pero podría permanece ahí por tiempo indefinido. Por lo pronto le restan siete días hábiles para aclarar (lo cual le será muy difícil), lo relativo a la compra-venta de la planta chatarra de agro-nitrogenados de Cosoleacaque Veracruz, donde aparecen involucrados más de un funcionario importante del anterior régimen, según los trascendidos del caso.
Se la agoto y el tiempo y la suerte digo, por lo que tal vez no le quedará más remedio que aportar las pruebas que “mancharían” a ex superiores y ratificar “que no se mandaba solo”…Hasta ha de creer.
SUCEDE QUE
El escándalo Lozoya vive sus últimos capítulos. Y es que Peña Nieto y Videgaray se la pasan risa y risa en el extranjero.
Y hasta la próxima.
POR MAX ÁVILA