Las mesas de negociación de Gobernación con partidos políticos han sido un severo golpe político a la oposición: centralizaron la agenda legislativa en el área presidencial ahora con Morena sin mayoría, provocaron la ruptura de la alianza PRI-PANPRD-Coparmex-Claudio X. González y adelantaron precandidaturas partidistas al 2024 que terminaron con el sueño patronal de Gustavo Hoyos, expresidente de la Coparmex, como candidato opositor único.
La estrategia patronal para posicionar al empresario Gustavo Hoyos para 2024 por la alianza Sí X México se quedó sin base político-electoral. La formación empresarial de Claudio X.
González invirtió recursos y actividades para consolidar la alianza PRI-PAN-PRD para las elecciones de 2021 con miras a asumir el control de la candidatura presidencial opositora, pero los partidos le dijeron la muy popular frase: ¡gracias por participar! Y fueron presurosos a Gobernación a pactar.
Para los expertos en política mexicana, la alianza partidos-empresarios nunca iba a fructificar por la sencilla razón de que los partidos se crearon para que sus militantes consiguieran posiciones de poder. Organizaciones extrapartidistas como la Coparmex, Claudio X. y Futuro XXI como listado de aspirantes a candidaturas fuera del PRI carecieron de posibilidades reales de entrar al Congreso, a pesar de que en lo individual había figuras de liderazgo mediático y social muy reconocidas.
Los tres partidos opositores dejaron muchos mensajes en el camino en el sentido de que una candidatura presidencial única era un ideal inalcanzable: los jefes operativos de los partidos se agandallaron –no hay otra palabra en la gramática politológica mexicana-con las candidaturas y en días pasados se salieron de carril establecido por Coparmex-Claudio X.
de pactar decisiones con el gobierno lopezobradorista y se sentaron en mesas de Gobernación.
Y los predestapes opositores desinflaron los anhelos de Hoyos y X.
La estrategia empresarial buscaba usar a la bancada de Sí X México para reventar sobre todo la iniciativa de reforma constitucional eléctrica para regresarle a la CFE la preponderancia del sector al Estado, pero PAN y PRI van a buscar negociaciones de agendas propias de casos judicializados de corrupción para ofertar posiciones que aprueben la ley en las dos Cámaras.
El menú de negociaciones en la agenda presidencial en Gobernación es amplio como para abrir el apetito de los partidos que siempre han ganado espacios en acuerdos en lo oscurito del edificio legendario de la Secretaría de Gobernación en Bucareli: CFE, reforma del INE, Guardia Nacional a Sedena, entre otras.
El otro efecto de las negociaciones de Gobernación está al interior del equipo político presidencial: Gobernación jaló la negociación parlamentaria a las oficinas presidenciales y con ello le redujo poder
de decisión legislativa sobre todo al senador Ricardo Monreal Avila, quien había comenzado a movilizar su propia agenda del congreso como parte de la construcción de su precandidatura presidencial en Morena.
En este sentido, el papel político de Adán Augusto López Hernández como secretario de Gobernación se centrará en la gestión presidencial de las agendas políticas sueltas, sin que necesariamente lo haga en función de una presunta precandidatura presidencial, aunque siempre quedará como figura de emergencia.
Y en materia de negociaciones, el secretario de la política interna logró meter de nueva cuenta a los partidos en los espacios institucionales de Gobernación.
La alianza PRI-PAN-PRD tenía su valor en la participación directa del sector patronal vía la Coparmex y Claudio X. y como vía informal de organizaciones empresariales con funciones constitucionales que habían sido relegadas de los acuerdos cupulares del presidente de la república con el Consejo de Negocios y la élite –antes mafia-que mueve hilos internacionales de poder. En Palacio Nacional se negocia con los cúpulos y no con los organismos empresariales que tienen funciones legales de participación en los planes de desarrollo, sobre todo el Consejo Coordinador Empresarial y las cámaras con registro legal.
Gobernación ha reinstitucionalizado la política de negociación y con ello ha logrado revertir la derrota legislativa de Morena el pasado junio de este año.
Y no fue tan difícil.
POR CARLOS RAMÍREZ