La inflación es el fenómeno que se da cuando los precios de bienes y servicios sufren una subida de precio en determinado período de tiempo. Puede medirse anual, semestral, trimestral, mensual o como le venga en gana al analista en turno.
En el México post revolucionario, las inflaciones eran el pan de cada día, por la inestabilidad sociopolítica que padecíamos. Es decir, el tomate podía subir de precio de la noche a la mañana si algún grupo armado decidía bloquear la transportación de este. También una subida del dólar podía traer inestabilidad a los precios de los bienes y servicios. Fue en esta época, alrededor de 1925 que se creo el Banco de México.
En la época neoliberal, se le dio autonomía al Banco de México para regular
así la inflación y liberar el tipo de cambio. La autonomía significaba que el BANXICO podía tomar decisiones independientes a la voluntad del presidente, ya que en la época del presidencialismo, los comandantes supremos tenían delirios de poder exorbitantes creyendo que podían controlar, incluso, la economía, a base de decretos.
El BANXICO es el responsable de velar por la estabilidad de precios en este país y ha estado presidido por tecnócratas especializados en la materia y un consejo distinguido en la academia. Eso era hasta antes de Andrés Manuel, quien ha sido el gran director de los golpes orquestados contra las instituciones autónomas.
López se ha encargado de decir en la prensa barbaridades como que va a tomar las reservas del BANXICO para pagar deuda. Como en casi todas las materias relacionadas al servicio público, su distancia de la razón es inmensurable. Sumado a esto, el miedo de los inversionistas para invertir en el país, la necedad de gobernar a decretazos y una pandemia mal manejada, se reflejan en la inflación del más de siete por ciento, que fue nota en días pasados.
La meta de BANXICO es mantener la inflación alrededor de un 3.5% por lo que no es muy buena señal que se sitúen en más del doble. Ya veremos si las instituciones perduran más que la voluntad de hombres o si el estrepitoso poder de Andrés para deshacer cualquier vestigio de modernidad, buen gusto o democracia, se sobrepone.
Échele un vistazo a sus gastos en la despensa, pero no se queje si usted votó por Andrés Manuel López Obrador, por MORENA o cualquier romanticismo autodenominado Cuarta Transformación.
En la intimidad… ¡¿Qué el PAN, PRI y PRD van en alianza por la gubernatura de Tamaulipas?! ¡Por favor, dígame algo que me sorprenda! Solamente Edgar Melhem se negaba a ver la luna tan grandota en forma de pelotota; pero no se agüíte la vida es una rueda de la fortuna.
POR DAVID ED CASTELLANOS TERÁN
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