En algún momento de la madrugada después de que Mario Delgado dio a conocer los resultados de las encuestas, más de uno temió por la reacción que pudieran tener algunos de los aspirantes que no resultaron favorecidos.
Pero la tensa espera que se prolongó por varias horas no se debió a la designación tamaulipeca sino al caso Oaxaca, donde se registró una de las sorpresas.
Desde hacía meses, se pensaba que por la cuota de género, la senadora Susana Harp tenía su lugar casi seguro en la boleta.
Esta percepción creció porque no salió mal calificada en la encuesta.
Pero no fue suficiente, de acuerdo
al llamado criterio de competitividad, decidieron que ahí participara un hombre, Salomón Jara, quien fue el mejor calificado.
Antes de la 1 de la mañana de este jueves 23 de diciembre, Harp utilizó sus redes sociales para denunciar que Morena no estaba respetando el espíritu de la paridad de género: “No podemos permitir una vez más que las acciones afirmativas hacia
las mujeres sean para las contiendas más desfavorables”.
¿Pudo Maki Ortiz haber replicado ese argumento para reclamar su lugar en la boleta?
Quizás sí, pero lo cierto es que fue la ex alcaldesa de Reynosa, la que de algún modo confirmó la victoria de Américo Villarreal, con su felicitación a través de twitter a la 1:48. Habría que ser muy ingenuo para pensar que este gesto de Maki garantiza su apoyo a la candidatura del senador, pues aún hay muchas historias por escribirse en este proceso histórico que vive Morena en Tamaulipas, pero es verdad que el mensaje ayudó a distender el ambiente. Sepultó los pronósticos de una ruptura exprés y sembró la semilla para que los dos primeros lugares en las encuestas puedan ponerse de acuerdo de cara a una complejísima batalla electoral.
A Maki le siguieron los demás. José Ramón Gómez Leal, Rodolfo González Valderrama, Adrián Oseguera y Olga Sosa, cumplieron con lo que dicta el manual de urbanidad política.
Igual que en el caso de Maki, faltará ver lo que ocurra de ahora en adelante, pero desde hoy podemos pronosticar que al menos dos de ellos -JR y Olga- se sumarían sin mayores problemas al equipo de Américo.
Los demás deberán evaluar los pasos a seguir en una negociación que también pondrá a prueba la capacidad del senador para convocarlos.
Hasta ayer por la noche, el único que
no se había manifestado sobre el triunfo de Américo, era Héctor Garza González, quien unas horas antes del anuncio de Mario Delgado, decidió hacer pública su renuncia a la Secretaría de Economía, donde fungía como titular de la Unidad de Administración.
Como era de esperarse, la madurez que mostraron los “adversarios” de Américo, no se observó entre sus seguidores, que inundaron las redes sociales con denuncias de fraude y amenazas de boicot a Morena.
Era una respuesta lógica. Una vez
más, tocará a Américo tender los puentes para que todos se sientan incluidos en su proyecto. Por lo pronto, ayer tuvo un primer respiro: no llegaron los airados pataleos que muchos morenistas temían.
POR MIGUEL DOMÍNGUEZ FLORES