Mientras que el precandidato de Morena a gobernador de Tamaulipas, Américo Villarreal Anaya, ya anda en precampaña, el virtual abanderado de la alianza Va por Tamaulipas, César Verástegui Ostos, se prepara para decirle sí a la organización Todos por Tamaulipas para disputar con sus siglas y las del PAN la gubernatura el 5 de junio.
Si no hay cambio de planes, el ex Secretario General de Gobierno, encabezará el 13 de enero en ciudad Victoria una concentración en la que aceptará abanderar la lucha de la TXT y tres días después, el 16, acudirá a solicitar su registro como candidato de Acción Nacional.
A diferencia de Américo, quien se registró el 4 de enero ante el IETAM, como precandidato único, en la alianza Va por Tamaulipas se inscribirán también dos priistas, Ramiro Ramos Salinas y Enrique Cárdenas del Avellano, solo para darle al proceso la apariencia democrática pues ambos saben que la candidatura ya está resuelta.
Hasta ahora parece que el proceso selectivo de los albiazules marcha sin problemas, aunque, al menos en la zona sur, los partidarios del alcalde Chucho Nader se resisten a acatar que el partido de Gómez Morín haya optado por la propuesta del Truko y algunos liderazgos se muestran reacios a sumarse al proyecto del nativo del Xicoténcatl.
La causa, o una de las causas, es que consideran que la contienda interna no fue de piso parejo y que tampoco se tomaron en cuenta los resultados de las encuestas, irregularidades por las que piensan que apoyar el resultado de la competencia sería favorecer la imposición.
No obstante, todo indica que, una vez que el precandidato panista al puesto de Francisco García Cabeza de Vaca se siente a platicar con sus ex contrincantes, tanto Chucho como sus seguidores se sumarán a la decisión para impedir que el partido de la 4T vaya a poner fin a la supremacía política panista. Entre los priistas la situación es similar.
Como dijera el ex alcalde de Victoria, Alejandro Etienne Llano, a las huestes del ex invencible no les cuadra la Alianza debido a que no se consultó a la militancia, como era necesario, sino que fue solo un acuerdo cupular. Al que le está costando trabajo lograr la unidad es el senador Villarreal Anaya.
En Reynosa, en donde arrancó la precampaña, se le sumó José Ramón Gómez Leal, como antes lo había hecho Rodolfo González Valderrama, sin embargo, la que sigue renuente a aprobar la postulación es Maky Ortiz Domínguez, igual que Héctor Garza González, aunque este último no es tan importante dado que es como un cero a la izquierda.
En lo que respecta a la ex alcaldesa de Reynosa seguramente terminará por alinearse. Maky sabe mejor que nadie que, además del premio de consolación que obtendría a cambio será atractivo, la elección estatal representa una oportunidad única para cobrarle las facturas al gobierno del Estado, igual que para el ex alcalde de Nuevo Laredo, Carlos Cantúrosas Villarreal, quien no quiere desaprovechar la ocasión para ayudar a los guindas a sacar a los azules del gobierno tamaulipeco.
Los priistas tamaulipecos, por otra parte, lamentaron que se haya rechazado su propuesta para que la Secretaría General de gobierno se otorgará a uno de sus militantes, no obstante, a decir del dirigente estatal, Edgar Melhem Salinas, como resultado del convenio de la alianza, el PRI tiene garantizadas posiciones en todas las áreas del gobierno, obviamente, en caso de que Verástegui fuese el gobernador, gracias a los 133 mil votos que supone aportará el partido al pacto.
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