Morena tiene un enemigo muy poderoso que es capaz de llevarlo a su desintegración o la perdida de las elecciones, que es como la hipertensión arterial, que comúnmente lo llaman como el “asesino silencioso” por ser un trastorno crónico y prácticamente asintomático, que lesiona los órganos vitales y que puede provocar graves complicaciones de salud hasta la muerte.
Son los mismos síntomas que padece el partido guinda, es una Morena con presión alta que en cualquier momento puede sufrir un derrame cerebral, un paro cardiaco y todo como consecuencia de sus propias acciones.
Es un enemigo silencioso cuyo origen no tiene nada de extraño, al igual que en las personas surge por la falta de cuidado y abusos.
Lo mismo sucede con Morena, no se da cuenta con la solución de sus propios problemas se encuentra en sus manos, frente a sus acciones y decisiones.
En Morena no saben cuidarse, están llenos de ambiciones, comen de más, por eso entregan espacios al mejor postor, por eso cayeron en situaciones como el contrabando de gasolina y la corrupción en las aduanas que tanto dolor de cabeza les trajo antes de arrancar la campaña.
Esa ambición les llevó a crear su Frankestein, cuando le “dieron” la candidatura de la alcaldía por Reynosa a la ex edil MAKI ORTIZ para su hijo CARLOS PEÑA.
Ahora MAKI los ataca con ferocidad y los enfrenta en los tribunales, para tratar de quedarse con la candidatura bajo cualquier precio.
Morena parece una incubadora de enemigos, también tienen a JOSÉ RAMÓN GÓMEZ LEAL, como posible responsable de toda la estructura que pondrá a trabajar en las próximas semanas por la elección.
Ellos saben que en los anteriores procesos colaboró con el PAN, entregó toda la información del padrón de beneficiarios, identificó a sus líderes para convencerlos de trabajar con el bando contrario.
Sin embargo, las equivocaciones siguen, otro traidor que contrataron fue un hombre que demostró tener una ambición tan grande que pretendió convertir a su esposa en alcaldesa.
Como alcalde dejo grandes deudas con proveedores, muchos hablan de malos manejos y de su nueva residencia en ciudad Victoria.
Ya sabían que era un traidor, cuando decidieron convertirlo en el embajador de la 4T, su ambición se despertó de inmediato, rápido se embriagó de poder y de alcohol.
Hace apenas unas noches, los reportes de tránsito, indican que chocó alcoholizado la camioneta oficial que tenía bajo su resguardo.
Claro, podrán culpar a cualquier otro funcionario de esa falta administrativa, dirán que no venía en el auto, no sería la primera vez que exculpan a un jefe de cometer un borrachazo.
El ex alcalde de Güemes luce embriagado de poder, el alcohol y la silla en que lo sentaron solamente vino a demostrar que no podía manejar tantas responsabilidades.
Los peores ataques son producto de un enemigo silencioso, tenemos una Morena con alta presión.
Claro, todo se suma a los ataques que llegan desde el exterior, la guerra sucia contra AMÉRICO VILLARREAL apenas comienza, es una encrucijada donde debe defenderse de los enemigos y las torpezas de sus amigos.
AMÉRICO ante la guerra sucia que sufre a través de videos que circulan en redes, que ponen en riesgo su seguridad, la de su familia y de los tamaulipecos, presentará una denuncia ante la autoridad federal, contra quien resulte responsable.
No será una campaña limpia, pero quizás el peor enemigo de Morena sea Morena, muchos de sus problemas pudieron evitarlos.
AMÉRICO va contra todo y contra todos.
Bueno, por hoy es todo.
Adiós y aguas con los patinazos…
Por Juan Antonio Montoya Báez
patinadero@hotmail.com