ALTAMIRA, TAMAULIPAS.- Los municipios de Madero y Altamira están unidos por 18.5 kilómetros del corredor, Luis Donaldo Colosio, una opción para el desfogue de unidades de carga pesada y también para automovilistas.
Inicia en el callejón de barriles y termina hasta el entronque del Puerto de Altamira..En sus 12 años que tiene de vida( está importante vialidad en la zona sur de Tamaulipas, ha sido escenario constantemente de trágicos accidentes automovilistas.
Están plenamente identificados 5 tamos, que son los más peligrosos; que han sido escenario de un sin número de muertes.
Esta vialidad está totalmente olvidada en su mantenimiento, y requiere de iluminación para hacerla más segura durante la noche; en el día es algo transitada, pero a muchos conductores les dan miedo transitar por ella durante la madrugada.
Los 14 kilómetros del corredor urbano “Luis Donaldo Colosio” que le competen al municipio de Altamira comprenden tramos considerados peligrosos al ser donde más accidentes se registran debido al trazo que comprende curvas, el mal estado de la carpeta asfaltica y a la falta de alumbrado público.
Tan solo en lo que va del año, esta vía rápida ya ha cobrado dos vidas, la de un automovilista y la de un motociclista, ambos accidentes ocurridos durante la noche.
De acuerdo a los datos proporcionados por la dirección de tránsito y vialidad de Altamira Santiago Ceresedo Maya los puntos de mayor riesgo son tres y donde lamentablemente muchas personas han perdido la vida.
“Son tres puntos los más críticos en los cuales el mal estado de la carpeta asfáltica, las curvas que hay en este tramo y también que los conductores van a exceso de velocidad” dijo
En el caso de los señalamientos señaló que si hay pero el problema es que no son visibles en varias partes debido también al la gran cantidad de maleza que se encuentra en la orilla de la carpeta asfáltica.
Uno de los puntos considerados de riesgo es el kilómetro 10 de este corredor urbano qué comprende en promedio 18 km de los cuales 14 le competen al municipio de Ciudad Madero y 4.5 al de Altamira.
Otro punto es el kilómetro 13 a la altura de el lugar conocido como, “La virgen” que está a unos metros antes de ingresar a una curva.
Otro de los puntos es entre el kilómetro 15 y 16 dónde hay un desnivel y una pronunciada curva, por lo cual se han registrado accidentes los cuales han estado involucrado unidades de carga pesada.
Muchos de los accidentes han ocurrido durante la noche debido a que todo el tramo que le competen al municipio de Altamira se encuentra a oscuras.
LA CURVA DE LA MUERTE.
Las malas condiciones del Corredor “Urbano Luis Donaldo Colosio”, pone en riesgo a más de 5 mil familias que viven en los alrededores.
Al municipio de Madero le corresponden 4.5 kilómetros del corredor urbano y el kilómetro 3 o también llamado la “curva de la muerte”, es el sitio donde han ocurrido la mayoría de los percances viales.
“Tan sólo en el fraccionamiento 17 de Enero somos más de 5 mil familias que ocupamos diariamente el Corredor Urbano y a pesar de los baches, los conductores manejan a exceso de velocidad y eso causa los accidentes”, comentó Franco del Ángel, integrante del Comité Vecinal del fraccionamiento petrolero.
En lo que va del 2022, en el Corredor Urbano Luis Donaldo Colosio se han reportado 7 accidentes, tres de ellos de gravedad.
Hace unos días, una joven que conducía una camioneta a exceso de velocidad estuvo atrapada por más de una hora.
La directora de Seguridad Vial de Madero, Sandra Patricia Cruz Moreno aseguró que hay vigilancia en el corredor urbano, pero una vez que pasan el sitio en donde están los oficiales, los automovilistas aceleran y ocurren los choques o volcaduras.
“Pedimos que respeten los señalamientos y los límites de velocidad para evitar los accidentes, tenemos los elhementos viales y han brindado el auxilio necesario a quien se ha accidentado”.
Los vecinos de las colonias aledañas al corredor urbano, han pedido que regrese el operativo radar y el de alcohol, sobre todo los fines de semana que es cuando ocurren con más frecuencia los percances, para poder frenar esta ola de sangre.
Por Silvia Mejía / Óscar Figueroa La Razón