Hola, me da mucho gusto saludarte. Espero que te esté yendo excelente en tu negocio.
Como cada semana, hoy te quiero hacer reflexionar a ti emprendedor. ¿Que fué primero, el huevo o la gallina? El huevo y la gallina es una metáfora. Lo que probamos con este experimento es que… ¡Los dos eventos ocurren primero!” Y no podemos definir con exactitud qué fue primero y cuál fué el resultado.
Muchas veces como emprendedores al momento de tomar decisiones parece que tenemos esa misma pregunta. Porque queremos vender, pero no queremos tomar un orden en nuestras estrategias, queremos tener mayor crecimiento pero no queremos invertir, pero no podemos invertir si no tenemos ventas. Pareciera un círculo vicioso que jamás saldremos de él.
Algo muy común que veo cuando platico con un empresario es que en su lucha incansable de tener más ventas realiza un montón de inversión en temas publicitarios, en temas internos y cada vez se vuelve una bola de nieve. Pareciera lógico que invertir sea bueno para seguir avanzando. Y claro que lo es, sin embargo para que podamos tener un mejor resultado es primero aterrizar. ¿a dónde va mi negocio? Esta acción realmente va a resultar favorable a la visión que tengo a largo plazo?
Así como la metáfora del huevo y la gallina, debemos tener un inicio, teniendo el objetivo de la meta o el resultado. Cada acción dentro de nuestros negocios queremos vender, pero qué hay detrás de ese resultado? Planeación, procesos, oferta de valor, etc.
Hoy te quiero invitar a que antes de perseguir el resultado de tu negocio, persigue el construir esos pequeños escalones que te acerquen al resultado, no pierdas el foco del plan, y aprendamos a tomar decisiones con un sentido de estrategia.
Nos vemos la siguiente semana.
Por Jorge Reyes