Por Miguel Domínguez Flores
La Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT) impartió la conferencia “El cambio climático y los grupos de aves más vulnerables”, donde se abordó el tema del impacto que ha tenido este fenómeno natural en las diferentes especies que habitan en México y en el mundo.
En charla virtual, el Dr. José Rafael Herrera Herrera, investigador de la Facultad de Ingeniería y Ciencias (FIC) de la UAT, dijo que el cambio climático a nivel global se debe a la quema de combustibles fósiles, principalmente.
Señaló que este fenómeno ha provocado que los niveles de gases de efecto invernadero se estén incrementando, haciendo que la atmósfera y los océanos se calienten, que la superficie de hielo en el planeta disminuya y el nivel del mar se esté elevando gradualmente.
Se refirió a las afectaciones que el calentamiento global ha causado en diferentes especies; dijo que las aves se han visto impactadas en aspectos como el comportamiento; “desde el número de veces que tienen que volar para alimentarse hasta las fechas en las que se van dando sus procesos biológicos; por ejemplo, cuando empiezan a reproducirse o a poner huevos”.
Otro ejemplo, según el investigador de la UAT, es la migración asincrónica, pues las aves han cambiado las fechas de desplazamiento: “Aproximadamente setenta especies de aves migratorias de Norteamérica y Europa han cambiado sus patrones de migración y eso tiene efectos en su supervivencia”.
Explicó que entre las aves afectadas por el cambio climático está el chipe de mejillas doradas (Setophaga chrysoparia), ave en peligro de extinción que pasa por Tamaulipas en su ruta hacia Centroamérica.
“Se reproduce en el centro del estado de Texas, en Estados Unidos, y pasa por Tamaulipas. Usa la Sierra Madre Oriental y parte de la selva también, usa Tamaulipas como hábitat de paso. Es raro encontrarlas, pero sus poblaciones siguen declinando”, advirtió.
Agregó que otras aves en peligro son las que viven en las selvas secas; por ejemplo, Ocampo, Llera, Aldama, El Mante, que todas las aves que viven en esas zonas corren peligro y, a pesar de estar adaptadas a una estación lluviosa y a una estación seca bien marcada, tienen pronóstico de enfrentar el peligro de la extinción.
“Otro ambiente en riesgo es el semidesértico. Todo el Altiplano tamaulipeco está caracterizado por ecosistemas sedimentarios, un ejemplo de aves de ese hábitat es el colibrí lucifer (Calothorax lucifer), que era muy abundante hasta hace veinte años y actualmente la tasa de población ha bajado drásticamente”, acotó.
Entre otras especies afectadas por el calentamiento global mencionó las que habitan ecosistemas de alta montaña y que están adaptadas a los picos de la sierra, como el jilguero de alas cafés (Myadestes occidentalis) y el jilguero de montaña de Townsend (Myadestes townsendi), cuyas poblaciones son cada vez más reducidas, pues actualmente se encuentran cada vez más arriba de las montañas y podrían desaparecer en unos cincuenta años si no se revierte el cambio climático.
“Las aves de las islas, como el pájaro bobo de pies azules (Sula nebouxii) y el cenzontle de socorro (Mimodes grayssoni), son otro grupo que se encuentra en riesgo también por los factores ambientales”, puntualizó.
Finalmente, subrayó que es urgente frenar la afectación del cambio climático a las diferentes especies, por su importancia en los servicios ecológicos que prestan. En el caso de las aves, son fundamentales para el medioambiente porque son bioindicadores, y en ese sentido su distribución es muy importante, ya que estarían indicando efectos o alteraciones que se estén presentando en el ambiente.