MÉXICO.- El rancho Los Tres Potrillos está ubicado en el kilómetro 20 de la carretera Guadalajara – Chapala, desde la década de los 80 se ha convertido en uno de los recintos más especiales de Jalisco y el espacio que resguarda parte del legado de Vicente Fernández.
El “Charro de Huentitán”, como era llamado creó un imperio para que su familia lo disfrutara, pero también dejo a sus fans que entraran a algunas partes de rancho y que acudieran a visitarlo.
“Quiero que sepan que esta es su casa y yo no cobro por la entrada ni por las fotos. Aquí no hay ningún museo, yo los recibo con mucho gusto en mi rancho, no por obligación o negocio. Yo salgo a saludarlos cuando puedo y lo hago de corazón”, escribió en algún momento desde su cuenta de Facebook, haciendo una invitación oficial a sus fans para que llegaran cuando quisieran.
Lo que no se sabe del rancho
El rancho cuenta con una arena que tiene una capacidad para 15 mil personas, lo adornan una hermosa piscina en forma de guitarra y tiene tantas recamaras par que todos los miembros de la familia Fernández estén muy cómodos.
Según una publicación de la revista Tv y Novelas en la que entrevista a uno de los trabajadores, mencionan que hay una historia en la que se menciona que Vicente Fernández era tan precavido y espiritual que tenía ciertos rituales para que no entraran las malas vibras a su espacio.
El empleado dijo que cada vez que estaban por construir algún espacio nuevo en el rancho se le rociaba agua bendita, también mencionó que en el borde del lugar están enterrados cuarzos, cristales y piedras, esto como símbolo de suerte y prosperidad.
Otra de las cosas que se cuentan con leyenda es que antes de que los trabajadores empezaran a hacer el piso, Vicente tiraba monedas de plata y esas está todavía enterradas y puntualizó en que toda la familia es muy religiosa y espiritual.
CON INFORMACIÓN DE HERALDO DE MÉXICO