TAMAULIPAS.- Doce años después del magnicidio del candidato a la gubernatura por la alianza “Todos Tamaulipas”, Rodolfo Torre Cantú, se mantiene el poco o nulo avance de las investigaciones.
Este año, de hecho, se vence el plazo que se había estipulado para que el expediente se mantuviera clasificado, pero hay poca certeza de que éste finalmente se haga público.
El 28 de junio del 2010 poco antes de las 11 de la mañana, Torre Cantú se dirigía al aeropuerto de Ciudad Victoria, cuando en el kilómetro 9 de la carretera al municipio de Soto La Marina, su vehículo fue emboscado y él asesinado con disparos de fusiles de asalto.
Otras 5 personas fallecieron en el atentado. Torre Cantú visitaría Matamoros y Valle Hermoso, en plenos cierres de campaña.
Doce años después, se pide que se desclasifique la investigación, lo que podría arrojar luces y acelerar el proceso.
Egidio Torre Cantú, hermano del fallecido, y ya como Gobernador de Tamaulipas, pidió en 2012 a la entonces Procuraduría General de la República (PGR) el sigilo en la pesquisa, y algunos años después también reclamó que se acelerara la investigación, pero nada pasó.
Los primeros años de la indagatoria tradujeron en 183 informes periciales, 145 declaraciones de testigos y personajes involucrados, y dos o tres detenciones supuestamente relacionadas con el caso. Y después de todo eso, poco o nada se sabe sobre quién estuvo detrás de este asesinato que cimbró la vida pública de Tamaulipas.
Entre lo que ha podido reconstruirse de aquella jornada, hoy se sabe que la camioneta blindada del candidato, estaba en Valle Hermoso, esperándolo.
Hasta ahí llegaría vía aérea, pero una pipa bloqueó el camino al aeropuerto en el kilómetro 13 de la carretera a Soto La Marina.
Otra camioneta los obligó a frenar, y de ella bajaron hombres armados; en cuanto el candidato bajó de su unidad, pensando que pudiera tratarse de una confusión, recibió una ráfaga de disparos.
Los videos obtenidos de las cámaras de la entonces Procuraduría General de Justicia, revelaron que fueron 3 minutos y medio de movimientos sincronizados, en los que participaron ocho vehículos, y unas 16 personas que consumaron el homicidio.
Tres camionetas y un auto compacto estaban desde una hora antes, apostados en el entronque del Libramiento con la carretera a Soto La Marina.
Detrás del convoy del candidato ya venían otros dos vehículos que pasaron desapercibidos para su equipo de seguridad, que esa mañana de lunes realizaba un recorrido rutinario de no más de 30 minutos desde el Fraccionamiento Campestre en Victoria, hasta el aeropuerto.
El pasado 14 de febrero, el Comité Directivo Estatal del Partido Revolucionario Institucional (PRI), el principal que lanzó la candidatura de Rodolfo, le rindió homenaje por su natalicio ese día.
El dirigente Edgardo Melhem Salinas encabezó encabezó la ceremonia acompañado por el invitado especial, el panista César Verástegui Ostos “Truko”, quien aspiraba a la Gubernatura.
“Rodolfo era una persona humilde, sencillo, ejemplo de padre de familia, su legado hoy cobra vigencia más que nunca, tenemos que hacer nuestro mejor esfuerzo y más para poder seguir sacando adelante los ideales de nuestro partido”, invitó Melhem Salinas.
A Torre Cantú, abanderado por PRI y partidos Alianza Nacional (PANAL) y PVEM, le sobrevivieron su esposa Laura Graciela de la Garza, sus hijas Laura, de 30 años, Paulina, 27 y Rodolfo, de 28.
El homicidio de Rodolfo ocurrió un año después del cometido en 2009 contra Armando Chavarría, aspirante del Partido de la Revolución Democrática (PRD), a la gubernatura de Guerrero.
Desde el magnicidio de Luis Donaldo Colosio Murrieta, candidato presidencial del PRI, en marzo de 1994, en México no se había registrado un hecho similar que sacudiera a la ciudadanía, hasta que ocurrió el de Rodolfo.
Un reporte del Servicio Especial de la Mujer (SIEM-México) informa que mil 271 políticos y políticas han sido asesinados desde que inició el siglo XXI, 144 mujeres y hombres que buscaban un cargo de elección popular, precandidatos y candidatos la mayoría a gobiernos municipales (81 por ciento): un 14 por ciento a diputación estatal y gubernaturas y 6 por ciento restante por diputaciones federales.
Por Magdiel Hernández
EXPRESO-LA RAZÓN