México está de luto. El asesinato de 53 migrantes que eran transportados en el remolque de un tráiler en San Antonio, Texas, ha golpeado en lo más profundo a 27 familias mexicanas y evidenciado la fallida política de desarrollo, crecimiento y oportunidades de la que tanto alardea el gobierno mexicano.
Nuestro país había dejado de ser el principal lugar de origen de la inmigración irregular a Estados Unidos. Incluso, durante el sexenio pasado llegamos a tener tasa cero gracias a que en el territorio nacional había oportunidades de desarrollo que inhibían el peligro de cruzar la frontera norte y tener que dejar a la familia. Pero hoy, con Morena en el gobierno, la realidad es otra, una trágica.
Golpeados no solo por la ausencia de inversión productiva, además de la violencia criminal que azota nuestros pueblos y ciudades, así como por la pobreza y falta de oportunidades, miles de mexicanos han retomado las rutas de migración hacia Estados Unidos en un acto de desesperación y angustia.
Por ello, hemos vuelto a ser el principal expulsor de migrantes a Estados Unidos, reflejándose en que la mayor parte de detenidos y deportados por la patrulla fronteriza de aquel país son connacionales, sumando en 2021 un total de 655 mil mexicanos y en lo que va de este año ya llegamos a 560 mil. Un aspecto delicado es que 15% son niñas y niños.
Pese a esta cruenta circunstancia, las autoridades mexicanas se niegan a reconocer sus fatídicos errores e insisten en logros imaginarios, reiterando buenos deseos que a cuatro años de gobierno suenan a burla, dejando que las consecuencias las paguen las y los mexicanos, en particular los más pobres.
Los temas que preocupan a nuestros connacionales no han tenido cabida en la agenda gubernamental. Muestra de ello es que el presidente mexicano se dio el lujo de no asistir a la IV Cumbre de las Américas cuyo eje central de conversación entre los primeros mandatarios fue la migración y las acciones conjuntas para frenar a los indocumentados. En su lugar, el gobierno mexicano se contenta con recibir grandes cantidades de remesas, defender intereses particulares y empecinarse en “promover” la plantación de árboles como una medida efectiva para contrarrestar la migración.
La promoción de una reforma migratoria que garantice mejores condiciones de vida a millones de connacionales que viven en la sombra en Estados Unidos no aparece en ningún postulado del gobierno mexicano y el espacio ha sido copado por ocurrencias, despropósitos y desencuentros, ésos que tanto son del agrado del grupo en el poder para esconder graves deficiencias e incapacidades.
Como en todos los temas de la agenda pública y gubernamental, el gobierno de Morena no tiene estrategia, no tiene rumbo y no tiene idea de qué hacer. Ésa es la razón de los severos golpes que a diario está recibiendo la sociedad.
Y justamente, la ausencia de políticas públicas que desde México prevengan y atiendan el fenómeno migratorio es la que ha dejado a su suerte a miles de mexicanas y mexicanos, cayendo en manos de redes de traficantes, criminales y malos servidores públicos que con impunidad abusan de ellos y los revictimizan.
Por el presente y futuro de México, no dejemos que Morena siga destruyendo a nuestro país.
Por Alejandro Moreno*
*Presidente Nacional del PRI.