CIUDAD VICTORIA, TAMAULIPAS.- ¿Conviene ser trabajador de una plataforma de reparto de alimentos ?, sí y no, afirman jóvenes dedicados a esa actividad en ciudad Victoria.
Lo negativo es la falta de seguridad social que no dan las empresas digitales, pues sus representantes no cuentan con aseguranza médica, de vivienda, utilidades, ni ninguna otra prestación de ley que un patrón debe otorgar.
Lo positivo es la comisión que se gana por cada pedido, luego que el monto mínimo que ganan por cada orden a entregar, es de 40 pesos hacia arriba, en promedio.
También hay entregas donde el cliente agradece la entrega con propinas, por lo que llegan a ganar en ocasiones hasta 500 pesos dependiendo del comprador.
Maribel García es una joven victorense que se graduó de Técnico Dental hace dos años, pero la poca oferta laboral en su ramo y bajos sueldos que ofrecen algunos consultorios, la orilló a dedicarse desde 2021 hasta la fecha a laborar para Uber Eats.
Entrevistada sobre el punto de espera de los motorizados trabajadores, dijo que no tienen beneficios laborales que le permitan una certeza de vida mejor, pero es una actividad que «sí deja» ganancias temporalmente, aunque también es arriesgada.
«Yo estudié para protesista dental, pero aquí en la ciudad hay muy poco empleo .
Estuve trabajando en eso y pues pagaban muy poco por lo que decidí entrar a DiDi y he visto bastante la diferencia.
Aunque no debería ser así, porque se supone que uno estudia para aspirar a una vida mejor, pero lamentablemente el país está un poco mal en trabajo, Economía y todo eso y pues no hay mucho campo laboral por ahora”, dijo Maribel.
“La verdad, explica, si me deja más ganancia qué cuando estuve trabajando en lo que estudié; pero es arriesgado.
Uno sale siempre con miedo en las mañanas que alguien lo vaya a atropellar, y pues no tenemos seguro médico, aunque la aplicación maneja uno que se debe pagar. Pero no conozco a nadie que lo haya contratado; tampoco nos dan para vivienda, ni otras prestaciones“.
Carlos Alexander Carrizales Cabrera, tiene 18 años y desde hace un mes labora para Uber Eats, DiDi Food, Rapi y otras plataformas, el al igual que Maribel tampoco tiene condiciones laborales para su desarrollo.
El trabajo solo lo hará por un tiempo, para dedicarse a estudiar la Universidad, pero narró que ya lo «tumbaron» de la moto; afortunadamente no sufrió daños físicos mayores y el culpable se responsabilizó de lo acontecido.
«Fue un borrachín que me tumbó, pero pues él tuvo la culpa y pagó», dijo.
Sobre sus ganancias dijo que si le va bien, pues en ocasiones cubre 20 pedidos qué de forma mínima le pagan 40 pesos por «cada viaje» por lo que para sus gastos es suficiente.
«Esto es temporal nomas, acabé la prepa; y pues si sale, está mejor que muchos trabajos aunque no nos den nada de prestaciones».
En el 15 Hidalgo de la zona centro de Victoria, diariamente se reúnen más de 25 repartidores en espera pedidos y acortar distancias, pero en realidad en toda la capital son aproximadamente mil 500 repartidores qué laboran para varias empresas dedicadas a la entrega de comida a domicilio.
Por Antonio H. Mandujano
EXPRESO-LA RAZON