TAMAULIPAS.- La casi segura reelección de Luis René Cantú como dirigente estatal, y el periodo que está por iniciar Acción Nacional en su inevitable regreso a la oposición, debería motivarlos a una reflexión profunda.
Primero, un vistazo a los números que arrastra el “Cachorro” como triste carta de presentación.
En el 2019, todavía bajo la gestión de Kiko Elizondo, y ya con Morena en el poder federal, el PAN logró ganar una aplastante mayoría en el Congreso del Estado, al ganar 21 de las 22 diputaciones de mayoría que estuvieron en juego.
(Ya en el 2021, esa aplastante presencia en el Legislativo fue la que les permitió capotear sin mayores problemas los nubarrones del desafuero)
El matamorense no se reeligió y obtuvo como recompensa una subsecretaría en la SET.
Ahí entró en escena Luis René. Sin mayores antecedentes de operación en la política estatal, asumió la presidencia del Comité Directivo Estatal.
En el 2021 le tocó su primera prueba de fuego y la reprobó.
Su partido perdió la mayoría en el Congreso -luego la recuperó a pesar de él y gracias a la intervención de otros personajes como el mismo “Truko” Verástegui-, disminuyó su presencia en San Lázaro y lo más grave: echó por la borda el control de los municipios más importantes de Tamaulipas a excepción de Tampico.
Luego, en el 2022 vino la catástrofe. La derrota del PAN en las urnas del pasado 5 de junio puede achacarse a múltiples factores, pero no puede deslindarse de ella a quien se supone, debe ser el principal conductor político del proceso electoral.
“El Cachorro” volvió a fallar.
Hoy que está por recibir una nueva oportunidad, la militancia se preguntará a dónde se dirige su partido.
Acaso la respuesta más inmediata sea que se observen en el espejo del PRI que en seis años pasó de la gloria al infierno porque no supieron asimilar la derrota.
Pero la reflexión blanquiazul podría ir mucho más allá: ¿Qué partido quieren ser y qué pretenden ofrecerle a la población, más allá de la obsesión de vencer a Morena?
Sin duda, hay cuadros valiosos en ese partido, forjados en muchas batallas democráticas que podrían empezar a responder esas preguntas.
La nueva Mesa Directiva
Muchas cosas cambiarán a partir del 1 de octubre, cuando Morena asuma la gubernatura de Tamaulipas e inicie el nuevo periodo ordinario de sesiones en el Congreso.
De entrada, será una priísta, Alejandra Cárdenas, la que presidirá la Mesa Directiva. Como al parecer sigue vigente la alianza legislativa del PRIAN, no debería esperarse de la diputada una actitud especialmente cercana con la bancada de la 4T, pero es cierto que los panistas extrañarán a Imelda Sanmiguel sentada en la silla principal del Pleno.
Magda, protagonista
Ave de mil tempestades, Magdalena Peraza es uno de esos contados personajes de la política estatal que ha logrado transitar de alternancia en alternancia con relativo éxito.
Apenas hace unas semanas dejó la representación del gobierno del estado en el sur de Tamaulipas, y tiene suficientes lineas de comunicación con la administración entrante como para seguir siendo, por lo menos, una figura de relevancia en el puerto.