La intensa sequía que padece Tamaulipas ha provocado que las tierras temporaleras en la zona sur están prácticamente en el abandono, cerca de 70 mil hectáreas dedicadas a la siembra de soya no producirán y un 90% de estas ni siquiera fueron preparadas porque el agua no llegó, aseguró Ramiro Elizondo Tuñón, productor tamaulipeco.
Tamaulipas es la sexta entidad más afectada del país por la sequía, de acuerdo con la Conagua, el daño se presentó en 41 de los 43 municipios, aunque Tampico y Ciudad Madero no tienen declaración de sequía, presentan una condición anormalmente seca.
Ante esta situación, los productores de la región se ven más afectados cada día y ante la falta de lluvias, aún con la caída de poca agua en los últimos días, fue tarde para los cultivos de temporal de este año.
“La producción en Tamaulipas ha seguido reduciendo de tal forma que antes se sembraban alrededor de 60 mil a 70 mil hectáreas de soya, supongamos que el promedio por hectárea era de una y media (toneladas), pues estamos hablando de casi 100 mil toneladas que se levantaban de soya en el sur”, reveló.
El productor tamaulipeco, señaló que aunque la producción de esta región es baja para los números total de producción en el país, lo cierto es que son recursos que dejarán de circular en la zona, directamente por la falta de agua en el campo.
“Contribuyen muy poco a las 3 millones (de toneladas) que se necesitan en el país para poder hacer los productos que consumimos, 3 millones necesitamos, de esos Tamaulipas aportaba 120 mil toneladas en el mejor de los casos, hoy son cero, son nada, te puedo decir con conocimiento de causa que son muy pocas hectáreas las que están sembradas, yo estimo que si hay más de 4 mil hectáreas sembradas hoy de soya, son muchas, estamos hablando de menos del 6%”.
La afectación este año es sumamente alta, pues según cálculos del también empresario de la industria agroalimentaria, 9 de cada 10 hectáreas dedicadas a la siembra de temporal, están inactivas y en la mayoría de los casos, los campesinos no tuvieron recursos ni para preparar las tierras.
“Creo que el 90% de las 70 mil hectáreas temporaleras del sur de Tamaulipas están paradas, están sin sembrar, en el mejor de los casos están preparadas, que significa que están rastreadas y bordeadas, listas para sembrar, solamente a la espera de que hay de humedad suficiente, eso en el mejor de los casos, pero en el peor de los escenarios los agricultores no pudieron ni trabajarlas, están abandonadas por que no tuvieron el recurso para poderse meter”, lamentó.
Señaló que aunado a la falta de lluvias, no han habido apoyos para que los procuradores puedan enfrentar este dura etapa y “le ha pegado mucho el tema de la sequía al sur de Tamaulipas y aún más la falta de empatía del Gobierno, porque no se han pronunciado con alguna opción para ayudar el campo, ni han promovido iniciativas para animar más al productor, la cosa se pone muy compleja”.
Además de la falta de lluvias, el encarecimiento de combustibles para operar la maquinaria y la falta de fertilizantes por el problema bélico en Asia, se suma la falta de semilla, pues en el 2020 tampoco hubo suficiente producción.
“No hay semilla dado que el año pasado también se sembró muy poco, entonces un gran porcentaje de esa cosecha se vendió como comercial ,se vendió a la industria de la transformación, y un porcentaje muy pequeño pasó las pruebas para ser certificada como semilla, cuántas toneladas no lo sé, pero creo que sí te puedo decir con seguridad que si el año pasado estábamos hablando que la tonelada de semilla fluctuaba entre los 18 mil y 20 mil pesos, hoy quizá ande entre los 22 mil y 23 mil pesos la misma tonelada”, reveló.
Aunque Tamaulipas es productor de diversos granos, en la región sur del estado una gran parte de la tierra se dedica a la siembra de temporal y la soya ha sido el cultivo más afectado, tanto por la sequía, como por el encarecimiento de productos para su cuidado.
“La soya es el cultivo más emproblemado porque requiere de mucha agua, químicos y fertilizantes, herbicidas selectivos y no selectivos, fungicidas, y para la terminación del ciclo los fungicidas son aquellos productos químicos que tenemos que aventar a la planta para protegerla, sobre todo de hongos, también hay gusanos que afectan la pigmentación de la hoja, pasan de verde a amarilla, en la cuestión de sanidad estamos hablando de que todos los cultivos tienen animales, tienen plagas, gusanos, grillos, hormigas, lo que le llaman el picudo que es un animalito que afecta la vaina de la planta, hasta los garaballos son plagas, hoy por ejemplo te maltratan la planta, todos esos animalitos tienen que ser controlados con agroquímicos, en este caso insecticidas, es un cultivo muy demandante de agua, de sol y de cuidados, eso encarece mucho la producción”.
Elizondo Tuñón refirió que aunque los insumos para la producción se han disparado este año, pese a la baja productividad, el precio de la tonelada no ha aumentado en la misma proporción, poniendo en una posición más complicada al productor, que tiene incluso que enfrentar pérdidas.
“Ojalá así fuera siempre, los precios son internacionales y no los define el productor, el precio lo fija la oferta y la demanda internacional, hablando de los precios de hoy en México es ce cerca de 10 mil pesos por tonelada, y
los costos se te pueden incrementar y la cosecha te puede disminuir, lo que sí es seguro es que tus costos van a ser altos, levantes o no levantes (cosecha), porque te cuesta lo mismo”, afirmó
“En el caso de que no llueva, en el caso de que no le avientes el fertilizante correcto y en el tiempo que te lo está pidiendo, entonces la probabilidad de que pierdas o salgas “tablas” es muy alta, por eso este cultivo en especial ha dejado de ser atractivo, porque es prácticamente imposible que su costo se reflejen de la misma manera en el precio final de lo que tú está sembrando”, puntualizó.
Por Omar Reyes