TAMAULIPAS.- El 2 de abril del 2011 elementos del Ejército detuvieron a tres policías municipales de San Fernando. A partir de entonces se destapó una cloaca que derivó en la captura de todo el cuerpo policial de ese municipio.
Se les acusaba de participar en la matanza de migrantes que había salido a la luz unos días antes con el hallazgo de decenas de fosas clandestinas.
A partir de sus primeras declaraciones, también se confirmó que habían facilitado la matanza de 72 migrantes en el rancho El Huizache.
Esa fue la gota que derramó el vaso, o en todo caso, la confirmación de que las policías preventivas municipales de Tamaulipas habían alcanzado un grado de descomposición que no podría solucionarse de otra forma que no fuera su desaparición.
Unos días después, por ejemplo, militares y marinos realizaron el desarme de todos los elementos que conformaban la Policía Metropolitana del sur de Tamaulipas, creada en 2005 como una agrupación que coordinaría las operaciones policiacas preventivas de Tampico, Madero y Altamira.
Seis años después, en el momento de su disolución, contaba con 580 elementos, sobre los que pesaban constantes acusaciones de colaboración con la delincuencia organizada.
Para entonces, con la entidad sufriendo los picos más altos de violencia, era evidente que el modelo de policías municipales preventivas, establecido de manera formal desde la década de los sesenta, no solo era insuficiente para contener a la delincuencia organizada, sino que en algunos municipios de la entidad, los cuerpos policiacos habían sido cooptados por los grupos criminales.
Según las encuestas realizadas por el INEGI en la primera década del 2000, los policías municipales eran los peor evaluados por la población (más del 65% opinaban que eran corruptos).
En marzo del 2010, el gobernador Eugenio Hernández Flores, anunció por primera vez la intención de sacar de las calles a las policias municipales.
En aquél momento, de acuerdo al INEGI, había poco más de 3,600 divididos en los 43 municipios de la entidad.
Reconoció que “la policía municipal preventiva no ha dado los resultados que los ciudadanos necesitan”, pero adelantó que el proceso no sería sencillo: “para que logremos esto se tiene que dar una movilidad en todo el estado se requiere de un presupuesto adicional, yo creo que vale la pena hacer este cambio, y sobre todo, invertir en estas nuevas corporaciones que se pueden crear».
De hecho pasaron casi tres años para que el 1 de abril del 2013, ya en el mandato de Egidio Torre Cantú, se decretara oficialmente la desaparición orgánica de las policías preventivas municipales y se adoptara el Mando único policial, con la creación de una Policía Estatal Acreditable.
Los casi 4,000 policías municipales que operaban en la entidad entraron en un largo proceso de liquidación, o de certificación para poder formar parte de la Policía Estatal, que no estuvo exento de polémicas y conflictos laborales.
Para el 2017, todavía se contabilizaban poco más de 200 policías adscritos a la nómina municipal de diferentes ayuntamientos, pero como no cuentan con arma ni permiso para realizar tareas policiacas, se les asignarán labores de vigilancia en edificios públicos.
En el 2013 se evaluaron a 3 mil 811 elementos de la policía municipal, de los que 3 mil 003 fueron dados de baja y los restantes 805 fueron incorporados a la nueva policía.
El decreto gubernamental también eliminaba las direcciones de tránsito, por lo que de los elementos que en ese entonces sumaban mil 617, solo 466 continuaron en labores de tránsito y vialidad en los municipios.
En el caso de los policías estatales, que contabilizaban mil 435, fueron dados de baja 561; conformándose una nueva policía con 2 mil 677 efectivos, de los que 907 se trataba de elementos de permanencia, 805 ex municipales y 965 de nuevo ingreso.
Sin embargo, el 13 de mayo del 2014, luego de una nueva crisis de seguridad en Tamaulipas, provocado por la disputa de los grupos criminales, con balaceras, persecuciones y asesinatos de familias completas, el Gobierno Federal de Enrique Peña Nieto, respondió con una nueva estrategia de seguridad.
El anuncio que hizo el entonces Secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, incluía tres ejes para la nueva estrategia, (recuperación de la efectividad gubernamental, sellado de rutas de tráfico ilícito y desarticulación de organizaciones delictivas).
Además de la 8va Zona Militar y la 1ª Zona Naval Militar, se definieron cuatro mandos regionales y cuatro fiscalías especiales y se coordinaron cerca de 14 mil elementos de corporaciones estatales y federales, desplegados en territorio tamaulipeco.
Se trató de mil 791 elementos de la entonces Policía Federal, 5 mil 894 del Ejército Mexicano, 900 de la Secretaría de Marina, 2 mil 677 elementos de la Policía Estatal y 2 mil 790 de la Policía Militar en apoyo de la policía estatal.
Así nacieron los llamados coloquialmente como “polimilitares”.
De nueva cuenta la policía y los elementos de la entonces Procuraduría General de Justicia de Tamaulipas, fueron sometidos a evaluaciones, por lo que fue necesario incorporar a las tareas de seguridad en la entidad, a los elementos de la policía militar, quienes de inmediato iniciaron patrullajes.
En diciembre del 2014, la Policía Estatal Acreditable cambió de nombre, ahora era “Fuerza Tamaulipas”, bajo el modelo de fuerza civil y luego en 2016, de nueva cuenta el nombre cambió y a partir de ese momento, sólo se le conoce como Policía Estatal de Tamaulipas.
Casi ochos años pasaron desde entonces, y en el umbral de una nueva transición política, el estado cuenta actualmente con 4,900 elementos que integran las diferentes áreas de la Policía Estatal.
El gobernador electo, Américo Villarreal Anaya ha señalado que al iniciar su administración el próximo 1 de octubre, como parte de las acciones que llevará a cabo, será el cambio en la policía estatal, para crear ahora una “Guardia Estatal”, con elementos mejor capacitados y con sueldos dignos.
Diferentes alcaldes de la entidad han propuesto una discusión sobre la viabilidad de revivir a las policías municipales, sin embargo, no se han presentado las iniciativas necesarias para que se modifique el modelo oficial de vigilancia, ni se ha destinado presupuesto para una posible implementación de nuevas corporaciones preventivas.
Por lo pronto, Tamaulipas cuenta con un despliegue inédito de elementos federales.
Para abril del 2022, según información oficial, ya había en la entidad 4,131 efectivos de la Guardia Nacional, plenamente facultados para realizar labores de seguridad pública.
Por Perla Reséndez / Miguel Domínguez
Expreso-La Razón