TAMAULIPAS.- Desde la renuncia del entonces secretario de Hacienda y Crédito Público, Carlos Urzúa se podía ver entre la rendija que todo iba a ser un verdadero desorden. Con la salida de Tatiana Clouthier van casi 50 los renunciados.
El académico Carlos Urzúa, se fue de la 4T en 2019, no habían cumplido ni un año y el señor eligió salvar su prestigio, nombre y dignidad; Tatiana es la más reciente renuncia, dice que se va a la porra, que su tiempo de apoyar y servir al equipo terminó, pero después de ver el abrazo -no abrazo- del presidente, Clouthier está completamente fuera.
No es culpa de ella, todos los obradoristas saben que Andrés Manuel no escucha, para nadie es nueva esa postura, pero lo malo es que en esta supuesta política contra la inflación a Tatiana no le fue nada bien.
De manera por demás absurda, el Gobierno de México se dijo entregado en la confianza, y malamente otorgará a las empresas firmantes del Acuerdo de Apertura Contra la Inflación y la Carestía (Apecic), una licencia única y universal a las actividades de importación y distribución de alimentos e insumos para el envase de alimentos de las empresas.
Esto significa que exime a las empresas de todo trámite o permiso, incluyendo aquellos del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica) y de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), así como del Impuesto General de Importación al Comercio Exterior.
Claro, usted sí entendió, a partir de mañana la comida que usted lleve a la mesa de su casa no tendrá una certificación estricta sanitaria, porque el Gobierno de la República les confía la responsabilidad de asegurar que las mercancías que comercialicen cumplan con las normas sanitarias de inocuidad y calidad.
Pero en el desarrollo económico eso es un balazo al pie, pues en el extranjero si de por sí es complicado introducir el producto mexicano, con esta visión laxa y populista del obradorismo se van a cerrar las puertas de muchas empresas mexicanas, ya olvídese usted de los problemas vigentes por las violaciones laborales al Tratado de Libre Comercio (TLC), o por la crisis en materia energética, ni qué decir de la inflación; si Tatiana Clouthier no pudo convencer en nada al presidente, el que venga seguramente va a ser un típico monigote incapaz de contradecir en el más mínimo de los comentarios a López Obrador fortaleciendo su imperio, pero añejándonos aún más del mundo en pleno Siglo XXI.
En la intimidad… El presidente de Estados Unidos está a nada de legalizar la marihuana, es más, a nada de que sea más problema portar un poco de cilantro.
Quizás la siembra de la canabis sea el futuro del campo tamaulipeco.
davidcastellanost@hotmail.com
@dect1608
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