TAMAULIPAS.- El ex Gobernador de Tamaulipas, Geño Hernández Flores, no respetó la regla de oro de mudarse a otra entidad al terminar su mandato.
Por el contrario se hacía presente, donde se le pegaba la gana, pero no cuantificó lo que eso molestaría.
De la nada llegó a ser alcalde de la Capital del estado, y de repente (cuando nadie se lo esperaba) fue el palomeado por Tomas Yarrington para ser el “sucesor” de su administración.
Su campaña, junto al bueno para nada de Gustavo Cárdenas, el más cabrón que bonito, fue motivo de burlas y mofas, pues todo mundo decía que parecía concurso de belleza en lugar de una riña por la gubernatura.
Y finalmente Eugenio Hernández se llevó la corona y se sacó la lotería al ser el primer mandatario del estado.
Un político muy peculiar, muy risueño, bonachón y hasta buen pex, que siempre andaba con la sonrisota de “oreja a oreja “ y que siempre apoyaba al que podía, eso es verdad.
Tenía un contacto directo con muchos reporteros, pues hasta relojes “Rolex” les regaló a algunos que cubrían la fuente de Gobierno, y a otros les dio concesiones de taxis y hasta plazas, muchas plazas de maestro, le gustaba apapachar mucho a los medios capitalinos.
A varios reporteros del sur los conocía por su nombre y también los hizo sentir los reyes del hogar.
Un “oji verde” suertudote, pues su ignorancia (de muchos temas) lo ocultaba con sus frases chistosas y su sentido del humor que lo hizo ser un Gobernador muy querido por la raza.
Muchas veces se le vio cercano al entonces presidente de la República, Enrique Peña Nieto, hasta se rumoraba que era de los consentidos de los Pinos.
Muchos políticos que hoy están en el PAN y Morena son herencia de GEÑO, fueron hechos a su modo, aunque a muchos ya se les olvidó y ni un cigarro le han llevado a la celda.
EHF realizó mucha obra en la zona sur del estado y prácticamente era su segunda casa, pues venía a cada rato.
Geño hizo muchos amigos durante su administración pero, lo cierto es que anduvo desatado al terminar su gestión, pues andaba de chavorruco presumiendo su motocicleta BMW y precisamente fue capturado al andar de rock and rol por la ciudad, de paseo.
Uno de los delitos por lo cual lo detuvieron fue la compra y venta irregular al Gobierno de un predio ubicado en el puerto industrial de Altamira.
Ha pasado casi todo el sexenio panista tras las rejas, pero esa pesadilla que ha vivido, pronto podría estar terminando.
La llegada de la 4 T al estado generó también la salida de “aquellos” que querían verlo en la cárcel, pero a partir del 1 de octubre una de sus hermanas ha emprendido una campaña social, para liberarlo.
Y la neta, ya es justo, que dejen a este cuate salir.
Solo tiene que esperar el “Güerito” consentido los términos legales, para que pueda regresar a su casa.