Cuando se pensaba que la propuesta del gobernador Américo Villarreal Anaya para modificar la Ley de Aguas del Estado pasaría en el Congreso sin demasiados problemas, el asunto se entrampó.
Los diputados panistas, entre quienes todavía hay fieles al ex gobernador Francisco García Cabeza de Vaca, existe la convicción de que esa reforma que pretende el Ejecutivo para recuperar el control de los organismos operadores de agua y drenaje en el estado, es una de sus últimas batallas políticas con la Cuatroté.
Aunque la iniciativa de Villarreal se envió al Congreso hace un par de semanas, la anterior no se pudo discutir porque hubo una amenaza de bomba en el recinto del Legislativo, que obligó al desalojo del inmueble y a la suspensión de las actividades.
Luego, ya esta semana, la propuesta se aprobó en Comisiones pero se atoró en la de Estudios Legislativos, lo que mantiene por ahora en suspenso esa votación.
Para el gobierno estatal es de vital importancia lograr sacar adelante esta reforma, porque además de un fuerte mensaje político representa una señal clara de que la Cuatroté va por recuperar todo lo poco que aún está en manos del grupo cabecista.
¿Por qué se entrampó la votación de esa reforma en el Congreso? Parece que al tratarse de una medida que busca quitar candados puestos a los organismos operadores de agua -importantes económica y políticamente -, los diputados panistas entienden que después de esto, la caída de los pocos reductos representantes del cabecismo va a ser cuestión de tiempo.
Es casi un hecho que la fracción panista va a tratar de alargar lo más posible la votación de esta propuesta de reforma del gobernador, para empatarla en tiempos y en relevancia con la discusión del presupuesto y de otros temas que interesan al gobierno estatal y que pueden ser utilizados como moneda de cambio.
Como sea, la modificación de la Ley de Aguas se hará más temprano que tarde porque se trata de un asunto prioritario para el gobierno de Américo, porque como dije, servirá para enviar un mensaje político de fortaleza de quienes llegaron y otro de ruptura, de terminación del pasado ominoso que se ha enquistado en unas poquísimas posiciones en el gobierno.
ARREGLADO MATAMOROS
Pues parece que para evitar más complicaciones innecesarias en este temprano inicio de gobierno, en la Cuatroté se decidieron inclinarse por Mario “La Borrega” López Hernández como el más firme aspirante a la candidatura de Morena, en la elección extraordinaria por la senaduría vacante.
Todavía hasta el fin de semana aparecía como primera opción el ex Alcalde de Nuevo Laredo Carlos Canturosas Villarreal, quien es el más conocido, el mejor posicionado y el que podría garantizar el triunfo al partido del Presidente, pero algo pasó.
Los indicios apuntan que a Canturosas lo habrían bloqueado de nuevo los mismos que maniobraron para impedir su llegada al gabinete, ante el temor de que destacará pronto en el equipo de Américo Villarreal y con ello, limitara las posibilidades de otros.
Si se confirma la especie, Canturosas estaría esperando para entrar al relevo en una posición importante un poco más adelante y “La Borrega” tendría el pago político a su contribución en la campaña.
Una cosa es cierta: Matamoros no es Reynosa, Nuevo Laredo ni Tampico. Ahí se verá la eficacia de la operación política y los alcances de las negociaciones internas. Y también, si hay alguien con capacidad política para lograr equilibrios dentro de los grupos morenistas.
Por TOMÁS BRIONES
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