Un voto misterioso dio a Morena el control de la diputación permanente.
No se trata de un triunfo menor, a juzgar por los intentos de la bancada panista de evitar que esto ocurriera, y se suma al manotazo que dieron sobre la mesa para que el Ejecutivo recuperara el control de los organismos operadores del agua, sobre todo, el de la Comapa Zona Conurbada.
Igual que hace seis meses, cuando se clausuró el anterior periodo de sesiones, la confección de la diputación permanente desató una discusión intensa, que incluyó dos propuestas, una que surgió de la Presidencia de la Junta de Coordinación Política, y otra, de la bancada de Morena.
Pero la situación en el Poder Legislativo es muy distinta a la de hace un semestre.
Confiados, los morenistas tenían prisa porque se sometieran a votación las dos listas: la suya, presidida por Isidro Vargas, y la del PAN, en la que Félix García aparecía como Secretario.
La gran diferencia en ambas, era el perfil de los integrantes panistas. En la propuesta de Morena, se incluyó a Sandra Luis Garcia Guajardo y a Linda Mireya González, dos diputadas de Acción Nacional que apoyaron la contrarreforma de las Comapas.
El otro punto clave era la presencia de Gustavo Cárdenas en la permanente morenista.
A diferencia del 30 de junio, en aquella sesión que terminó de madrugada con una diputada atendida por los servicios de emergencias, ahora no hubo necesidad de hacer más de una votación, porque en la primera, se registraron 19 votos a favor de Morena, 16 para la propuesta panista y una abstención de Edgar Melhem, quien había renunciado a participar en cualquier de las dos listas.
“Es nuestro derecho”, dijo en medio del desconcierto por pedir que además no se incluyera ninguna representación del grupo parlamentario del PRI en la Diputación Permanente.
Para que Morena sumara 19 votos, sólo pudieron ocurrir dos escenarios: que la diputada Alejandra Cárdenas apoyara su propuesta, o que en las cédulas depositadas en la ánfora se hubiera incluido a su favor una de algún integrante de la bancada panista.
Esta segunda opción parece la más viable si recordamos lo ocurrido en la sesión del lunes, cuando tres diputadas del PAN votaron a favor de la reforma de la Ley de Aguas impulsada por el Gobernador.
En este mar de contradicciones, y este clima de incertidumbre, a las cabezas visibles de la fracción panista se les agotan las herramientas para retener el control administrativo y financiero del Congreso.
La bancada de Morena y los operadores de Palacio, ya olieron la sangre. Lo que sigue en su ruta crítica es echar abajo las reformas que le otorgaron facultades excesivas a la Fiscalía General de Justicia y recuperar la Junta de Coordinación Política.
Para ambos objetivos, tener la Diputación Permanente fue un primer paso fundamental.
Desde ahí, pueden dictaminar los asuntos que el PAN intentó congelar e incluso llamar a un periodo extraordinario.
Los astros se acomodan a su favor.
POR MIGUEL DOMÍNGUEZ FLORES




