Producto de rarísima consulta José Ramón Gómez Leal resultó candidato de Morena a la senaduría vacante por Tamaulipas. Para el efecto apareció de nueva cuenta Mario Delgado Carrillo alzando la mano de quien se supone será triunfador en la elección de febrero. En este sentido el dirigente cuenta con la experiencia de la duda dejando fuerte olor a azufre por donde pasa y donde hasta dicen, “ni la yerba vuelve a crecer”. Y son los errores de dicho individuo que originan incontables dolores de cabeza a AMLO. Y sin embargo ahí sigue dividiendo a la militancia como si esto fuera su verdadera misión. Y ni modo que sea invento.
El columnista terco partidario de la 4T considera que el mentado “JR” es el menos indicado para abanderar la causa morenista por sus orígenes, formación e historial que lo ubican como buen prospecto de la derecha conservadora y reaccionaria pero no de la izquierda que en nuestro estado parece levantar vuelo después de permanecer alicaída por más de medio siglo.
Por las circunstancias conocidas lo más probable es que el partido de AMLO logre la victoria más por inercia que confianza hacia el “JR”, pero no será contundente sino más bien resultado de disciplina, sin embargo, ojo que existen sectores que denotan frustración y hasta amargura sobre asuntos que siendo prioritarios han debido posponerse, incluso enviados al archivo muerto de la esperanza por razones no suficientemente explicadas.
Y es que el activismo social que debiera encabezar Morena sigue sin aparecer. Recién hubo informes sobre nuevos dirigentes que permanecen ocultos, mejor dicho, en la clandestinidad como si temieran salir a la luz pública después del vergonzoso sometimiento de sus antecesores que sin escrúpulos rindieron plaza, más por interés personal que por dignificar su participación en un combate donde la gran lección fue obra del ciudadano común.
En Tamaulipas el partido de AMLO no existe como tal, es realidad que enfrenta una sociedad ávida de justicia social. La problemática está a la deriva y a expensas de funcionarios ajenos al humanismo del gobernador Américo Villarreal Anaya preocupado y ocupado ahora mismo para que la entidad recobre la dignidad de otros tiempos, allá cuando los valores estaban ligados a la política y la honorabilidad era como salvoconducto de servidores públicos que caminaban con la frente en alto por cualquier barrio o colonia.
El asunto es que José Ramón Gómez Leal es candidato propuesto por Mario Delgado Carrillo y no por la militancia de Morena que desconocen el resultado de presunta consulta que por el mismo motivo permanece oculta. ¿Cuántos votaron y por quiénes? Es secreto celosamente guardado bajo los siete candados de la sospecha.
Esta decisión de la cúpula partidista ya se califica de crueldad innecesaria en su más amplio significado. ¿Quién es el “JR” y cuáles sus relaciones?, ¿por qué él y no otro que en verdad esté comprometido con los pobres que AMLO protege y coloca en primer término por el bien de todos? ¿Y moralmente es el más indicado para representar a los tamaulipecos en la más alta tribuna del país?.
Usted dirá que la candidatura y su probable triunfo catapultan su sueño de convertirse en sucesor de Américo Villarreal Anaya. Está en lo cierto, ¡solo falta que aquellos a quienes los une el interés traten de imponerlo!.
BORRASCA EN EL SNTE
Por supuesto que Arnulfo Rodríguez Treviño tendrá que limpiar el rostro de la Sección 30 del SNTE. Por ahí quedaron huellas que ha de seguir hasta descubrir la forma y manera en que fueron empleados los recursos de la organización. Recordéis, por ejemplo, las movilizaciones a favor del anterior régimen o el franco apoyo hacia uno de los candidatos que por coincidencia se desempeñaba como secretario de finanzas. No se acusa a nadie, pero de que existen “asegunes”, eso-que-ni-que.
Por otra parte, una “basculeadita” al SARTET no estaría por demás, por eso de las cuentas claras y amistades largas, no por otra cosa.
De manera que Arnulfo está en la obligación de informar a sus compañeros sobre la situación real en que recibe al sindicato después de sufrir las embestidas de quienes obstaculizaron la conquista del liderazgo que ahora han de lamentar haberse canteado hacia el lado equivocado.
Hay nombres y apelativos que deben ser ventilados como respuesta a la confianza de la mayoría magisterial que resistiendo presiones, tentaciones y veladas amenazas determinó votar por la lealtad y la comprobada honorabilidad del que ya una vez mantuvo al SNTE en la más alta consideración social.
Arnulfo entonces ha de empezar por el principio y avanzar, “tope donde tope”, es la primera demanda de sus partidarios.
SUCEDE QUE
Disculpen, pero en esta ocasión no votaré, “y háganle como quieran”.
Y hasta la próxima.
Por Max Ávila