El grupo parlamentario del PAN está roto, ayer quedó muy claro.
La decisión de Linda Mireya González de participar en la sesión extraordinaria no es lo más grave con lo que tendrán que lidiar en Acción Nacional.
El verdadero problema es que además de la diputada matamorense, hay muchos otros que están inconformes con el manejo político ordenado por el dirigente estatal de su partido, Luis René Cantú, pero ideado en los cuarteles del cabecismo.
La desbandada que viene no será explícita; difícilmente personajes como Sandra Luz García Guajardo abandonaría su bancada para irse a Morena o Movimiento Ciudadano, pero en los hechos ya no responde a las órdenes de su coordinador.
Y no será la única: como ella, otros diputados empezarán a votar esporádicamente por las iniciativas que más interesan en Palacio de Gobierno.
Un poco por los acuerdos políticos a los que puedan llegar con los negociadores del Ejecutivo, pero mucho más por el descontento que arrastran desde hace meses con su dirigencia.
En ese contexto, parece cuestión de semanas para que la bancada de Morena con el apoyo de Gustavo Cárdenas y de algunos otros legisladores, retomen el control de la Junta de Coordinación Política.
El acercamiento de la diputada Linda Mireya González con la bancada morenista se fraguó en dos frentes: uno en Victoria, donde hay permanente cabildeo con los legisladores, pero otro en Matamoros, su tierra natal.
El primer paso lo dio junto a Sandra Luz García Guajardo cuando respaldó la Ley de Ingresos propuesta por el alcalde, Mario López Hernández, quien mucho tuvo que ver en abrir esa linea de comunicación con dos de las diputadas que después le permitieron al Gobierno del Estado recuperar el control de las Comapas.
Matamoros es uno de los municipios con más peso y representación al interior de la 65 Legislatura.
Y en diferentes formas, sus diputados se han vuelto protagonistas.
En esa lista está Leticia Sánchez Guillermo, célebre por pasar de Morena al PAN y de regreso en menos de año y medio.
También las dos diputadas panistas, cada vez más cercanas a la 4T; y los diputados Isidro Vargas y Alberto Granados, a quienes se les señala con insistencia como prospectos para suceder a Mario López en la presidencia municipal.
¿Y los priístas?
En el contexto del proceso electoral extraordinario, los diputados que integran la bancada del PRI pondrán en pausa su gradual acercamiento con Morena.
La nueva alianza que firmó su partido para competir junto al PAN y el PRD en las urnas los obliga a guardar el recato.
Pero el proceso, que difícilmente ganarán, concluye muy pronto, el 19 de febrero y otra vez la historia cambiará.
Frías como el invierno
El miércoles próximo inician las campañas. Más allá de las inercias políticas que parecen favorecer a Morena, el pronóstico es evidente: será un proceso electoral frío, con escaso entusiasmo de la población y bajísima participación en las urnas.
Por Miguel Domínguez Flores