6 diciembre, 2025

6 diciembre, 2025

Fueron diecisiete… 2022

EL RESBALÓN / MARIO ALBERTO PRIETO

Nuestro país se ha convertido en una zona de guerra para ejercer el periodismo, pues a plena luz del día, hay estados, donde matan a los periodistas, buscando callar la verdad.
Estos son los casos que se han presentado y la mayoría, se encuentran impunes hasta el momento: NO HAY RESPONSABLES.
El Gobierno Federal debería de poner un alto a estos atentados contra la libertad de expresión, los representantes de los medios de comunicación, sólo buscan informar, no somos ni debemos ser la noticia.
Hace casi un año, el 10 de enero del 2022, José Luis Gamboa, director del diario Digital Inforegio, al parecer todo se dio en un presunto asalto, donde fue atacado con arma de fuego.
En Baja California, Margarito Martínez, fotoperiodista independiente, fue asesinado en Tijuana, Baja California, esta persona que colaboraba con medios de comunicación locales, fue atacado afuera de su casa, frente a su familia.
Lourdes Maldonado fue silenciada en el mismo estado, sin importarles que se trataba de una mujer, trabajaba en radio y en redes sociales, quien también perdió la vida en Baja California.
Roberto Toledo de Michoacán quien laboraba en el portal “Monitor de Michoacán”, quien había cumplido amenazas; Héctor López de Oaxaca , trabajaba en el portal “Noticias Web” y fue asesinado la noche del 10 de Febrero.
Lo mismo sucedió con Jorge Camero en Sonora, estaba especializado en el tema de seguridad y de justicia, en el municipio de Empalme; Además de Juan Carlos Muñiz de Zacatecas, quien era reportero del portal “Testigo Minero”.
Armando Linares de Michoacán, al igual que Luis Enrique Ramírez de Sinaloa , tenía 59 años de edad, y era columnista del periódico el Debate, según la fiscalía determinó que no fue asesinado por su profesión.
Yessenia Mollinedo y Sheila García, directora del portal “El veraz” y camarógrafa, fueron asesinadas a plena luz del día en el estado de Veracruz.
Ernesto Meléndez, de Guanajuato, del periódico “Tu voz” también fue asesinado en unas condiciones extrañas y finalmente, el Gobierno de aquella entidad, responsabilizó a un borrachito de su muerte.
También el compañero, Alan González de Chihuahua, locutor periodista, que después de cubrir unos hechos violentos en esa ciudad fue agredido junto a su equipo de trabajo.
Juan Arjón de Sonora, quien era reportero de un portal, primero fue reportado como desaparecido y después fue encontrado muerto.
Y lamentablemente TAMAULIPAS, no se quedó exento, durante el pasado sexenio, de ser parte de las estadísticas de estos asesinatos, con la muerte del compañero Antonio de la Cruz y que también su hija fue parte del saldo.
Los dos últimos del año pasado fueron Fredid Román en el estado de Guerrero, quien era columnista del periódico “La realidad de Chilpancingo” fue asesinado el pasado 22 de agosto.
Y Pedro Pablo Kumul, quien se suma a las muertes de periodistas en el estado de Veracruz, fue agredido cuando circulaba en su taxi, que era otra de las labores a las que se dedicaba.
El común denominador de cada uno de estos comunicadores es que: Sólo hacían su trabajo, sin ningún interés personal.
El vecino estado de Veracruz es el más reincidente y las autoridades son frías ante esta ola de asesinatos.
En todo el país debe prevalecer la seguridad para cada una de las personas que nos dedicamos a esta importante labor.
El periodista no tiene armas, su única defensa es su opinión y no busca atacar a nadie, sólo pretende informar.
El periodista es un trabajador más que busca llevar el sustento a su casa, con su familia.
Ojalá que disminuyan los casos en este año y que no muera ningún periodista más.

POR MARIO ALBERTO PRIETO

Facebook
Twitter
WhatsApp

DESTACADAS