Proponen a inversionistas impulsar un “cocodrilario” en el sur de Tamaulipas para legalizar la carne y piel de cocodrilo.
El biólogo, Rubén Herver Zarate, comentó que, en la cultura alimentaria de la región, existe el consumo de algunas especies de origen silvestre.
En Altamira, se han registrado casos en los que ha habido captura de algunos animales que están dentro de la norma mexicana como protegidos y que han sido utilizados para el consumo humano, un ejemplo de ello es el cocodrilo, a pesar de ser ilegal.
El cocodrilo es un organismo que está protegido por la norma 059 de la SEMARNAT y al no provenir de una Unidad de Manejo Ambiental (UMA), lo convierte en una pesca ilegal.
Afirmó que existen las condiciones en la región para que prospere un cocodrilario o una UMA para la producción de carne y piel de cocodrilo de manera controlada.
“Si comparamos la granja de cerdos, de pollo y de res, no es tan costosa y es rentable, recordemos que hay una demanda nacional de carne y piel de cocodrilo”.
El biólogo aseguró que es una preocupación en la zona sur de Tamaulipas el control de las poblaciones de cocodrilos, ya que se han presentado interacciones negativas.
La aplicación de sanciones a quien venda carne de cocodrilo es facultad de instancias federales y se estipula hasta 9 años de cárcel.
Óscar Figueroa/La Razón